El sueldo es una de las mayores preocupaciones de las personas, pues trabajamos a cambio de ello, y un cambio de éste suele ser vital para dejar un empleo o motivarnos.
Es curioso que, para ser tan importante, sea todavía algo tan tabú. Las empresas, por lo general, no hacen públicos los salarios de sus empleados, y hablar sobre ello se considera incluso de mala educación. De ahí que nos dé tanta vergüenza e incluso pánico solicitar un aumento de sueldo. Incluso cuando tenemos motivos de sobra para ello.
Por eso, queremos darte algunos tips para que adquieras confianza y te lances a la piscina si crees que ha llegado la hora de llamar a la puerta del jefe y solicitar un aumento de sueldo.
11 consejos y un poco de morro
Dicen que quien no llora no mama, así que para conseguir algo hay que pedirlo, aunque en este caso tan especial hay que tener todo bien atado y tener en cuenta bastantes cosas para que la operación tenga el resultado que queremos.
1. Petición justificada
Lo primordial es que esta solicitud esté justificada, es decir, que tengas una base sólida de motivos para pedir el aumento de sueldo. Es decir, que la empresa haya tenido mayores ganancias gracias a ti en el último año, que hayas conseguido nuevos clientes, que gracias a ti se haya mejorado la productividad o que haya un muy elevado grado de satisfacción de los clientes por tu labor.
Sea lo que sea, tienes que llevar unos motivos objetivos que respalden esa subida de sueldo. Porque si simplemente quieres cobrar más pero tu rendimiento no ha aumentado, vas a tener pocas opciones.
2. Respaldada con datos
Si puedes llevar un documento para tu jefe con ese aumento del rendimiento en datos será todo mucho más fácil, ya que verá que no te estás tirando un farol y que realmente mereces el aumento. A** los jefes les encantan los gráficos** y ese tipo de cosas, así que si te lo curras un poco, pero sin llegar a hacer un power Point (eso queda muy repelente) le agradarás.
3. Elige el momento adecuado
No te apresures y elige el momento perfecto para ir a hablar con el jefe. Intenta que sea un día en que esté especialmente contento, con la agenda liberada y que pueda tener tiempo para ti. Si le pillas muy estresado entre reuniones o con muchas cosas que hacer no te hará caso o le molestará que le hagas perder su tiempo.
Un lunes, por ejemplo, es un mal día, pero un jueves o un viernes puede ser buena opción. Intenta que no sea justo antes de irse a casa, porque tampoco le gustará salir tarde por ti. Quizá después de comer, ya que con la barriga llena se ve la vida de otro color.
4. Prepara el discurso (pero tampoco mucho)
Es importante que tengas preparado lo que vas a decir, pero que tampoco suene artificial o demasiado elaborado. Que sea natural, porque eso demostrará que tú te lo crees, que lo que pides tiene sentido y que la idea ha sido madurada y no es un impulso repentino.
No vas a dar un mitin, pero tampoco a charlar con un amigo. Que sea formal pero distendido. Todo en función de la confianza que tengas con tu jefe.
5. No se lo cuentes a nadie de la oficina
Ya se sabe que en los entornos de trabajo la vida no es de color de rosa. Hay envidias, rivalidades, malos entendidos…y muchas veces ni somos conscientes de ello. Por eso, si quieres pedir una subida, no lo comentes con nadie y díselo directamente a tu jefe. Porque puede convertirse en una habladuría que llegue a oídos de tu jefe antes de que tu se lo digas, y eso sí que no le gustará nada.
6. La situación económica no es un motivo
A ver, realmente sí lo es, todo es más caro y los salarios no han subido, pero si metes ese pretexto en tu discurso vas a perder muchos puntos, porque la inflación nos afecta a todos, y seguramente tu jefe también quiera cobrar más y no lo haga por ello. Así que mejor no lo menciones y céntrate en tu labor únicamente.
7. No te compares
Si hace un tiempo o hace poco subieron el sueldo a un compañero tuyo, tampoco lo uses de excusa. Cada situación laboral es un mundo y no debes comparar la tuya con la de nadie, porque pensarán que pides un aumento por envidia.
8. Estudia la situación económica de tu empresa
Tienes que ir sabiendo si hay oportunidades o no. Porque si la empresa está en pérdidas o en una situación delicada, por muy bien que lo estés haciendo no te lo van a conceder. Lo mejor es pedirlo cuando la compañía goza de una buena salud financiera. Asegúrate de ello.
9. No amenaces con irte
Otro argumento muy en tu contra es amenazar con irte o comentar que has tenido una oferta mejor si es mentira. Porque igual te abren la puerta a que lo hagas y quedarás en muy mal lugar. Nada de dramas ni berrinches infantiles, por favor.
10. Si realmente tienes otras ofertas…
Coméntalo con toda naturalidad. Muchas veces esto deriva en un aumento, porque la empresa se da cuenta de que le pueden quitar a sus talentos. Diles que has tenido X ofertas con un salario superior pero que tu empresa es tu prioridad, pero que te gustaría tener ese reconocimiento salarial. Si te dicen que no, puedes valorar tu continuidad.
11. Controla los nervios
Suelen jugar muy malas pasadas en este tipo de situaciones, por lo que intenta ir tranquilo y seguro de tus actos. Lo peor que te puede pasar es que te digan que no, así que no te preocupes, si tienes razones para pedirlo nadie va a pensar que eres un jeta o un aprovechado, solo pides lo que es justo.
Y si te dicen que no…
No se acaba el mundo. Es cierto que siempre es un jarro de agua fría, pero teniendo en cuenta la situación económica actual y el ahorro de costes laborales que intentan las empresas ante la subida de los precios de los suministros, es muy probable que no sea el momento.
No pienses que no te valoran ni bajes tu rendimiento por un no. Sigue trabajando porque el esfuerzo da frutos, y si no es en tu empresa actual, será en otra. Puede que ese no sea la puerta a un trabajo mejor.
Fuente: El Blog Salmón