El juego, dirigido al alumnado con edades entre 10 y 17 años, se pondrá en marcha en centros educativos con equipos coordinados por un profesor o supervisor adulto.
Cada equipo se sitúa en la salida y, por turnos, tirarán los dados, avanzando en el tablero en función de las respuestas que den en las casillas que caigan.
El objetivo fundamental del juego es aprender qué alimentos tienen mayor impacto ambiental y las razones por las cuales debemos reducir su consumo.
¿Sabías que el mercurio se acumula más en las especies más grandes de la cadena trófica? Por eso, es preferible comer anchoas y sardinas que atún.
Con el comienzo del curso escolar 2023-2024, el Departamento de Educación Ambiental (Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid) presenta en los centros educativos un nuevo juego en el marco del proyecto Food Wave, con el objetivo de que los escolares lleguen a la mayoría de edad con la lección aprendida del consumo responsable y la alimentación saludable, a base de productos de proximidad y temporada, producidos de forma respetuosa con el medio ambiente.
De temporada en temporada me alimento de forma sana
Así, la expresión “de oca a oca y tiro porque me toca”, se sustituye en este juego por: “de temporada en temporada”…, y ¡a jugaaaar! Sólo tienes que arrojar los dados al tablero y responder a las preguntas planteadas para llegar el primero a la casilla 57.
Se organizan de dos a seis equipos de entre dos y seis personas cada uno. Un coordinador se encargará de la buena marcha del juego, comprobando que las respuestas proporcionadas por los equipos participantes sean correctas y se superen de manera acertada las pruebas de rigor.
Y una vez reunidos todos los jugadores entorno al tablero, se preparan para hacer el recorrido de casillas en forma de caracol, en el menor tiempo posible, a fin de superar las pruebas y contestar las preguntas planteadas. Los colores nos indican que los alimentos pueden ser, o bien saludables (verde), pasando por aquellos para los que se recomienda un consumo ocasional (naranja) y no abusar de ellos, o bien los que hay que evitar (rojo).
El código multicolor nos instruye sobre los meses del año y las frutas de consumo óptimo en cada uno de ellos. Así, sabrás que las fresas debes comerlas sólo en primavera, las cerezas en verano, las uvas en otoño y las naranjas en invierno.
Pero no va a ser todo tan fácil. Cuidado, que vienen curvas: si caes en la casilla de la bollería industrial, te tocará estar dos turnos sin poder tirar los dados. Los bollitos de leche y cruasanes de bolsa son la opción menos saludable, porque contienen aceites de palma y soja, además de grasas trans, que son las peores, pues incrementan el colesterol y el riesgo de padecer ictus o enfermedades cardíacas. Y para colmo, engordan sin aportar nutrientes.
Y como en el juego de la oca de toda la vida, ¿te acuerdas de la calavera de la muerte? Prepárate, porque aquí, la casilla 52 es muerte por plástico, así que ya te puedes olvidar de bolsas y productos hiperenvasados a la hora de ir al súper, porque si caes en este recuadro, tendrás que retroceder al punto de partida.
Un poquito de spoiler
Te avanzamos unos cuantos temitas para que no te despistes con las respuestas.
Las sardinas y anchoas, al estar en un lugar inferior de la cadena trófica, son preferibles al atún, especie que sufre de sobreexplotación y mayor riesgo de contaminación por mercurio.
¿Por qué está en naranja la pizza, si me gusta tanto? Aunque te encante este famoso plato italiano, evítalo, porque tiene muchas calorías y resulta poco nutritivo. Al ser un alimento procesado, contiene ingredientes que podrían ser dañinos para la salud (saborizantes, conservantes, azúcar, grasas saturadas, etc.). En su lugar, busca el color verde reservado para verduras y legumbres. Aunque te parezcan más aburridas, son una fuente rica de proteínas, fibra, minerales y aminoácidos esenciales, además de tener múltiples beneficios (antioxidantes, antiinflamatorias, anticancerígenas y buenas para el cerebro).
Hay muchas recetas para lograr sabores exquisitos y así no te dará pereza comerlas. Te recomendamos que vayas a la página de Madrid Salud donde te proponen Comida saludable y económica.
Las patatas fritas están tan ricas y crujientes…, pero ¡NO! (rojo), debes evitarlas, porque contienen grasas nocivas y aumentan el colesterol. Si las comes a diario engordarás y tendrás más posibilidades de tener diabetes e incluso cáncer. Además, no lo creerás porque estos snacks suelen ser salados, pero has de saber que llevan edulcorantes y azúcar, junto a conservantes, saborizantes, condimentos, y sal a puñados. Manzana o frutos secos (almendras, nueces) serán mucho mejor tentempié hasta que llegue la hora de comer.
¿Y qué pasa con hamburguesas y filetes de carne roja? Que es recomendable un consumo en menor cantidad frente al consumo de carnes más blancas y magras, como pollo, pavo o conejo.
A estas alturas, ya debes saber que la producción de carne de vaca provoca una mayor huella de CO2, así como un consumo extra de recursos como el agua y la tierra.
Creo que ya te hemos contado suficiente para que aciertes las respuestas y superes las pruebas.
Puedes jugar donde quieras
El juego está disponible en los CIEA Casa de Campo, CIEA Dehesa de la Villa y CIEA El Huerto del Retiro, solicitando el material en el mostrador de información de los mismos, o bien, puedes descargarlo para imprimirlo y jugar donde quieras. Entra en los siguientes enlaces para obtener el TABLERO y las NORMAS DEL JUEGO.
Todos los colegios del programa Educar Hoy por un Madrid más Sostenible tienen acceso a la versión digital del juego.