URBANIZACIÓN ATLANTERRA (TIERRA DEL ATLÁNTICO).
En la primavera de 1959 tres inquietos alemanes, Klaus Jamin (37 años), del sector hostelero, Peter Klain (34 años), reportero gráfico, y Ricci Riggenbach (36 años), pintor y escultor, deciden hacer un viaje turístico a caballo por la costa española. Se trata de un viejo sueño de juventud que por fin han podido realizar. En Barcelona, suben a un tren con destino a Málaga. Aquí se apean y compran tres caballos aparejados con el propósito de llegar a la provincia de Cádiz. Les entusiasma tanto el viaje que el de vuelta deciden hacerlo también a caballo, pero esta vez no hasta Málaga, sino hasta Tossa de Mar, en Gerona, donde la familia de Klaus Jamin tenían un pequeño hotel. La experiencia de este viaje la plasmaron en un libro, escrito por Klaus y Peter, al que titularon «Auf Den Spuren Von Don Quijote».
A lo largo de este viaje visitan Tarifa, Bolonia y Zahara. Les llama poderosamente la atención la franja costera de la Sierra de la Plata, con sus playas y pequeñas calas, emplazamiento que consideran ideal para una inversión turística. Cautivados por la zona, deciden hacer una parada en Zahara, donde jinetes y caballos se instalan por unos días en el bar Casa Juanito. Aquí conocen a Juan Rodríguez Basallote, dueño del bar, y su cuñado Francisco Pacheco, quienes se encargan de ponerles en contacto con los propietarios de los terrenos.
Al finalizar el viaje, y ya en Alemania, buscan promotores germanos con el propósito de conseguir socios y financiación para la construcción de una urbanización exclusiva y de lujo, destinada preferentemente a residentes alemanes. Se barajan dos opciones, la Costa Brava o la Costa de la Luz, por lo que antes de tomar una decisión organizan nuevas visitas a Zahara, también a caballo, aunque ahora partiendo desde Jerez. Finalmente, Zahara resulta la opción elegida. Rápidamente llegan a un principio de acuerdo con los propietarios de los terrenos, a los que se le ofrecen precios de compra que en ocasiones doblan al valor de mercado de aquellos años.
El 22 de marzo de 1962 se crea la entidad Atlanterra S. A, siendo Robert Hohn su primer presidente y Helmut Diederichs su director técnico. El nombre elegido para la sociedad está compuesto por la abreviatura de Atlántico (Atlan), y por la palabra latina Terra (tierra), TIERRA DEL ATLÁNTICO. Sin embargo, el nombre escogido para la denominación de la futura urbanización sería el de Cabo de Plata, en clara referencia a la zona geográfica en la habría que ubicarse, ya que los promotores pretendían evitar que el nombre de la inmobiliaria y el de la urbanización se identificasen. No obstante, el paso de los años se encargaría de conseguir que la denominación de Atlanterra acabara imponiéndose y desplazando a la inicial de Cabo de Plata. L@s zahareñ@s, por su parte, bautizaron a la urbanización como «Los Alemanes» por la nacionalidad de los promotores y dueños de los primeros chalets.
En los siguientes meses comienzan a escriturarse los primeros terrenos adquiridos de forma sucesiva; primero a Josefa Alvarado, propietaria de la finca del Moro, después a la familia Trujillo, propietarios de Agua Enmedio, y por último, a Francisco Guirola Castro, propietario de el Pozo de San Juan.
En ese mismo año comienza la ejecución de las obras. Se empieza por el arreglo de la carretera y por la rehabilitación de las antiguas cuadras de caballos para adaptarlas a oficinas de la promotora y a bar, el bar Castillo, de Paquito Pacheco, que abrió sus puertas en el verano del 1962. Posteriormente empiezan a levantarse los primeros chalets, todos situados a ambos lados de la nueva carretera recién asfaltada, construida sobre la antigua vía pecuaria. El primero de ellos será el chalet La Torre, de Harro Jamin, hermano de Klaus. Le siguen Casa Petra, el Chalet Grande, Mi siesta y la rehabilitación de los antiguos cortijos de Agua Enmedio, donde Klaus Jamin fijó su residencia, y el de la Plata, rehabilitado y abierto al público como hotel en 1965. Presentan estas edificaciones iniciales una gran uniformidad morfológica que recuerda a los cuarteles y cortijos de la zona: techos de tejas árabes con cubierta a dos aguas; plantas en forma rectangular o en ele, para resguardo del viento….. Llama la atención que, si bien las obras empiezan en 1962, no será hasta 1966 cuando se redacte el primer plan urbanístico, modificado en 1971.
A mediados de los años sesenta, el empresario Kurt Schlichtkrull, conocido popularmente como Juanaco, cofundador de la compañía, llega a la presidencia de la promotora, convirtiéndose en el impulsor y verdadero alma mater de la Atlanterra actual. Bajo su mandato se aprueban los distintos planes urbanísticos que permitirán el desarrollo ulterior de la urbanización.
En 1970 se inicia la construcción de dos hoteles de lujo, el Club Hotel Atlanterra y el Gran Hotel Zahara, promovidos por Alvis Franz Rotter, atquitecto y empresario alemán de origen checo. Se trata de la inversión turística más importante hasta ese momento en esa franja de la costa gaditana (+ 1.300 millones de pesetas). Tanto es así que el entonces ministro de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella, llega en helicóptero a Zahara y visita las obras el 18 de febrero de 1973 (publicado en La hoja del Lunes). La falta de liquidez ralentizó la ejecución de las obras. Posteriormente dio lugar a una paralización indefinida, ya que en 1974, casi cuatro años después de su inicio, la construcción de ambos hoteles quedó suspendida al entrar en quiebra las empresas propietarias de los terrenos, las entidades Plata Inmobiliaria S.A e Íbero Finanz Corporation S.A.
Mediante Orden Ministerial de 8 de octubre de 1974 (BOE 274 de 14/11/1974) se aprueba el Plan de Promoción Turística de Cabo de Plata, con el fin de obtener para la urbanización la denominación de Centro de Interés Turístico Nacional, iniciativa que permitiría a sus promotores disfrutar de ciertos beneficios fiscales y de la posibilidad de recalificar suelo con mayor celeridad.
El 17 de enero de 1974 se incorpora a la plantilla de Atlanterta un joven arquitecto alemán. Se trata de Horts Mankel, cuya labor profesional durante más de 3 décadas contribuirá a desarrollar un estilo arquitectónico propio y característico de la urbanización: el llamado durante muchos años » el estilo Atlanterra. En sus proyectos predomina el estilo andaluz caracterizado por el movimiento de volúmenes, fachadas blancas de inspiración popular con molduras y adornos florales, cubiertas mixtas aterrazadas y de tejas árabes, a dos o tres aguas, patios interiores en los que la azulejería, las plantas y las fuentes ocupan un lugar preferente.
La apertura en 1983 del Club Hotel Atlanterra contribuirá a relanzar el turismo en la zona. A partir de 1988 se inicia la construcción de los primeros apartamentos. Atlanterta Pueblo y Costa Zahara (primera fase) serán las primeras urbanizaciones. Le seguirán Atlanterra Playa (1996), Bahía de la Plata y Mar de Plata (1997-2000), Atlanterra Costa, Atlanterra Sol y Almadraba playa (2000). Y Jardines de Zahara (2001).
En el camino se quedó el inacabado Gran Hotel Zahara , de 880 plazas. Estaba llamado a convertirse, en palabras de sus promotores, en el hotel más lujoso del sur de España. La quiebra de las empresas propietarias del establecimiento y, posteriormente, la aprobación por parte de Demarcación de Costas de un nuevo deslinde que incluía dentro del dominio público y de sus servidumbres de protección la mayor parte de los terrenos del hotel, hicieron inviable el proyecto, optándose por su expropiación y, más tarde, por su demolición. El 10 de enero de 2002, 175 kg de goma-2 redujeron el edificio a escombros en apenas 5 segundos.
«Historia Propedéutica de Zahara de los Atunes» de Francsco Javier Trujillo Guirola.
Fuente: Zahara es Cultura