El Gobierno ha decidido este sábado prolongar hasta el 26 de abril el estado de alarma, durante el cual 47 millones de ciudadanos deberán permanecer confinados en sus hogares para frenar la propagación del coronavirus. Al mismo tiempo, el Ejecutivo trabaja en algunas medidas para suavizar el confinamiento, entre ellas, el uso generalizado de máscaras faciales. La conveniencia o no de usarlas ha generado un intenso debate sobre el que no existe consenso. No obstante, la posición que gana más fuerza es la de recomendar el uso de mascarillas en espacios públicos ante la sospecha de que personas contagiadas por el SARS-Cov-2 transmitan el virus aunque no presenten síntomas.
Ante la escasez mundial de este producto, aunque las máscaras faciales farmacéuticas son las más apropiadas, EL PAÍS le ofrece algunas indicaciones para fabricar una mascarilla casera que ayuda a limitar la propagación de gotículas respiratorias que pueden contener el virus, según las recomendaciones del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, no olvide que la mejor forma de prevenir el contagio es lavarse las manos con frecuencia, toser y estornudar cubriéndose la boca y evitar tocarse con las manos los ojos, la nariz y la boca.