cada vez el trabajador tiene más poder

¿Qué está pasando en el mercado de trabajo? Silenciosamente, sigilosamente y sorprendentemente, las cosas están cambiando mucho sin que nos enteremos bien del todo. Solo un dato: en la primera mitad de 2022 más de 30.000 personas renunciaron en España a su trabajo de forma voluntaria. La cifra más alta de la historia.

En EEUU esto ya es un problema al que se ha denominado la ‘Gran Dimisión’, por la que en 2021 50 millones de trabajadores dejaron su empleo. Y parece que poco a poco se va contagiando a España.

Y parece una contradicción, de hecho lo es. Porque el mercado de trabajo no está para tirar cohetes y se esperan despidos en los próximos meses ante la posible recesión. Pero está claro que algo pasa cuando en España hay alrededor de 1 millón de puestos de empleo que no se cubren.

Por lo tanto, vemos cómo el trabajador cada vez tiene más confianza y va cogiendo más fuerza frente a la empresa, ya que ahora son ellos los que se van o se rebelan ante lo que consideran injusto o no les convence.

El mejor ejemplo lo tenemos en Apple ahora mismo. Que una de las empresas más importantes del mundo tenga a sus trabajadores en contra de volver a la oficina el 5 de septiembre después de llevar dos años de teletrabajo. Aseguran que han hecho un excepcional trabajo desde sus hogares y se resisten a volver, puesto que saben que eso significa renunciar a calidad de vida.

Otra muestra muy clara de esto la estamos viviendo este verano en Ryanair y otras aerolíneas, que han puesto en jaque la temporada turística de sus compañías al declararse en huelga cansados de unas condiciones de trabajo muy mejorables.

El trabajador coge la sartén por el mango

Parece pues que se acabó eso de que el jefe manda. Ahora el empleado ya no se aguanta, no es sumiso, no se conforma. En una sociedad que se ha visto azotada por numerosas crisis y cambios brutales en solo unos años, el mercado de trabajo se ha transformado en algo que ya no solo sirve para ganar un sustento; ahora es un motivo de vida. Y si no te sientes realizado, te vas.

Es decir, ya no se lleva eso de encontrar un trabajo y pasarte toda tu vida en él al considerarlo un privilegio. No, ahora lo que se considera un privilegio es poder vivir de tu pasión, y si eso no se consigue, se busca el cambio.

Inconformismo y ganas de experimentar cosas nuevas han sido una mezcla muy nefasta para las empresas. Sobre todo en algunos sectores, como el tecnológico o científico, donde escasea la mano de obra y se pagan sueldos muy elevados para atraer a los trabajadores. Y ni así, pues ya no es solo el dinero; son las condiciones.

Pero hay otro factor más que va a dar más fuerza a los trabajadores: cada vez hay menos gente en edad de trabajar. Es decir, en España, cada vez nacen menos niños, hay menos gente joven, la población va envejeciendo (ya hay 9 millones de personas con más de 60 años), y cada vez va a costar más encontrar mano de obra, y además cualificada.

Por lo tanto, aunque siguen habiendo más despidos que renuncias, la tendencia va cambiando y vamos a ver cómo las empresas flexibilizan sus políticas y empiezan a valorar a sus empleados dándoles calidad de vida y salarios dignos a cambio de que no se marchen. Porque sinceramente, ya no les importa hacerlo.

Fuente: El Blog Salmón

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