Alerta en Reino Unido y en el mundo entero. La Reina Isabel II, la soberana más longeva del mundo, está bajo supervisión médica en su castillo de Balmoral (Escocia) y sus herederos y familiares se han desplazado hasta allí ante la preocupación por lo que pueda suceder.
Nada más se sabe, pero el mundo ya se prepara para un desenlace aciago. Un desenlace que llevaría al príncipe Carlos al trono y que también tendría un importante movimiento económico. Porque Isabel II es una reina muy rica. Muy muy rica. Aunque no sabemos exactamente cuánto.
Porque no hay datos oficiales de a cuánto asciende la herencia de Isabel II, la soberana ha sido siempre muy reservada para ello y en Reino Unido el Parlamento nunca le ha obligado a revelarlo.
Aún así se estima, según Sunday Times, que posee unos 412 millones de euros, lo que le convierte en la cuarta soberana más rica de Europa, pues la familia real más adinerada es la de Liechtenstein, con más de 4.000 millones, luego está la de Luxemburgo (con más de 3.000 millones) y la de Mónaco, con unos 800.
Si bien 400 millones son muchos millones y muchas propiedades y piezas de incalculable valor, por lo que se trata de una muy jugosa herencia que habría que ver cómo se repartiría si la soberana fallece.
Su heredero el gran beneficiado
Aunque poco o nada se sabe oficialmente de la herencia de Isabel II, la sucesión está clara: el príncipe Carlos de Inglaterra ocuparía el trono, por lo que sería el principal receptor de la herencia de su madre.
Pero no olvidemos que Isabel II tiene tres hijos más: la princesa Ana y los príncipes Eduardo y Andrés. Por lo tanto, ellos también obtendrían una parte de esa herencia ya que son hijos legítimos de la reina.
El primogénito de Carlos de Inglaterra, el príncipe Guillermo, es el tercero en la línea de sucesión al trono, por lo que es posible que también se llevara parte de la herencia, además ese el ojito derecho de la reina. Su hermano Enrique, que desde que se casó con Meghan Markle se ha distanciado mucho de la familia, también estaría dentro de la herencia. Al igual que el resto de nietos.
Además de la familia, habría que ver qué parte de su legado la soberana cede al pueblo británico, como alguna propiedad o alguna de sus joyas. Igualmente, podría donar parte a alguna causa o asociación.
Todo ello se sabría cuando se abriese su testamento, un hecho que será histórico y del que estará todo el mundo pendiente, pues quizá se pueda saber por fin a cuánto asciende el patrimonio de la reina más legendaria que se recuerda.
Fuente: El Blog Salmón