No, no exageramos y para muestra, haz la prueba. ¿Qué te viene a la mente cuándo te trasladas al otoño? Piensa, piensa: Halloween, terror, montañas de hojas rojas, un café con espuma e incluso una maratón de Juego de tronos tras haber sucumbido al estreno de la precuela ‘La Casa del Dragón’. Ahora bien, piensa en un lugar donde podrían darse todos estos irresistibles, ¿no lo sabes? Te hacemos un spoiler digno de Lannister: Irlanda, u ‘otoño’ para los amigos.
La isla del trébol y la Guinness es mucho más que una sucesión de tópicos, especialmente este 2022 en el que Dublín ha sido incluido en la lista Best in Travel y se celebra el 125 aniversario de la publicación de Drácula del irlandés Bram Stocker. Pero no corramos, solo tenemos que elegir nuestro foso de partida.
Ahí tenemos Belfast, donde recién se acaba de inaugurar el GOT Studio Tour de los Linen Mills Studios, o lo que es lo mismo: el primer parque temático inspirado en Juego de Tronos. Cuidado con las copas de vino envenenado, que te queremos vivo y coleando para descubrir la Ciudad de la Música – palabra de la Unesco -, su ambiente hipster o profundizar en su gastronomía empezando con un típico desayuno Ulster Fry a base de huevos, bacon, morcilla, tomate, salchichas y pan de patata, ideal para afrontar el día. O si lo prefieres, nada mejor que asomarte al Titanic Belfast, espacio interactivo donde hoy se degusta el último menú servido en el trasatlántico construido en esta ciudad del norte de Irlanda.
Si te decantas por Dublín, no te quedarás atrás, especialmente si visitas esta Ciudad de la Literatura de la Unesco donde conviven desde James Joyce a Bram Stocker, además de tantas historias condensadas en iconos como su Trinity College o la Catedral de San Patricio. El aire en la cara trayendo consigo la furia de antiguas bestias en la Calzada de los Gigantes, el sonido de esa campana en una abadía o los acantilados de Moher, en cuyas faldas se camuflan las sirenas. Te asomas, Vértigo, como la canción de U2 que suena en Dalkey, pueblo costero donde vive Bono. Y si quieres ver el mar sin alejarte demasiado de la ciudad, lo suyo es subirse al tren de la nueva Ruta Costera de Dublín; un trayecto perfecto para regalarse los sentidos con vistas panorámicas que te acercan a pueblecitos costeros con encanto.
Otra opción para viajar en el tiempo sin alejarte de Dublín es el Condado de Wicklow, también conocido como el Jardín de Irlanda. Allí puedes combinar las visitas a sus grandes mansiones, su cárcel recientemente restaurada como centro de atracción turística. o las rutas de senderismo y en bici.
Quizá en algún momento caiga una hoja, después otra, y Jack O’Lantern te cuente un secreto: mucho antes de Halloween, la fiesta más famosa del otoño nació aquí, entre nabos iluminados de velas en lugar de calabazas y el festival pagano de Samhain, cuyo versión más celta se celebra en el Festival Púca, en los condados de Meath y Louth; o Derry Halloween, la mejor puerta de acceso entre dos mundos en Irlanda del Norte. Las cosechas florecen en otoño, se escuchan los cantos de antiguos moradores y los mercados se desbordan de sidra y mermeladas.
En aquella cafetería las tazas lucen un trébol de espuma, se desenfundan las espadas de los Siete Reinos, un ganso canadiense en las lagunas y una ruta de senderismo que termina frente a las colas de tantas ballenas.
Sí, se acerca el invierno, pero estaremos listos.
Fuente: Houdinis