La inflación lleva ya meses notándose en la cesta de la compra. Según la OCU los precios han subido de media en los super españoles un 15% en estos meses en los que prácticamente todo se ha disparado por la guerra y demás que ya sabemos todos.
Pero claro, esas subidas de precios de los alimentos vienen motivadas porque antes se ha incrementado el precio de materias primas y suministros a la cadena alimentaria. Vaya, que es un pez que se muerde la cola porque los supermercados también han visto crecer sus costes y de alguna manera lo tienen que repercutir al cliente.
Si bien están luchando para que éste lo note lo menos posible y también para ahorrar sus propios costes con diferentes estrategias que están cambiando su hoja de ruta y sus planes de negocio.
En las últimas semanas, de hecho, varias grandes superficies han anunciado cambios en su fórmula de negocio que buscan ahorrar costes para todos.
Apuesta firme por la marca blanca
Mercadona encabeza esta ‘revolución’ de los super con varios cambios en su manera de hacer las cosas. Ya sabemos desde hace tiempo que su marca blanca es su principal caballo de batalla. Posiblemente es la cadena que más productos de su propia marca tiene en sus estantes en detrimento de la marca de fabricante.
Si bien es la segunda cadena de España que más ha subido los precios en el último año, algo que no juega en su favor, pues si Mercadona destacó por algo al principio fue por sus precios asequibles. Por lo que ahora intenta dar una vuelta a la imagen de supermercado caro que se ha tomado en este tiempo con un plan para ahorrar hasta 400 millones de euros y, así, no tener que subir los precios de los productos.
Por ejemplo, están cambiando los tamaños de los botes (por ejemplo, haciendo más estrecho el de la piña han descubierto que pueden meter más producto en menos espacio y han ahorrado 65 millones).
Quizá la decisión más sonada ha sido la del pan, el cual va a dejar de fabricar en sus centros y va a comprar directamente a proveedores. Aunque no ha señalado que sea para ahorrar costes, está claro que sí, pues la harina es de los productos que más ha subido y, además, los hornos y demás maquinaria consume mucha energía.
Parece que en esta apuesta por la marca blanca Día quiere irle a la zaga. Esta cadena ha reforzado su propia enseña con 1.100 nuevas referencias entre este año y el próximo, que supondrán un ahorro para los hogares del 25%, según señala el propio grupo.
Este supermercado ha subido los precios entorno a un 12% desde el 2000 y ahora pretende renovar su imagen con nuevos productos propios que les permitan frenar el incremento de precios generalizado. Y también renovar su propia imagen, que se había quedado bastante desfasada frente a la competencia.
Y en esta ‘batalla’ de la marca blanca también quiere jugar Carrefour. La cadena francesa quiere garantizar al cliente que su marca blanca es la más barata del mercado. Quiere incrementar, por ejemplo, las referencias de productos del rango 0,99€ a 1,99€, aprovechando además que tiene más superficie comercial que los demás. Y también cuenta con gasolineras propias en las que va a ofrecer descuentos en repostaje por las compras en sus centros.
Y no olvidemos que ya tomó la delantera con la cesta básica de la compra de 30 euros tan polémica…
Así, las grandes firmas de la distribución reconfiguran sus formas de proceder con el objetivo de que la crisis no tenga tanto impacto en las familias ante el invierno tan duro que nos dicen que se viene. Y, a la vez, avivan sus propias guerras internas.
Fuente: El Blog Salmón