Aro, cuerda, mazas o pelota, movimientos armónicos sobre un tapiz al ritmo de la música, y sacrificio, mucho sacrifico. Así es la gimnasia rítmica, un deporte femenino donde las niñas aprenden valores esenciales para la vida: esfuerzo, compañerismo, trabajo en equipo o tolerancia al fallo.
Al igual que con otras disciplinas, el Ayuntamiento de Madrid dispone de escuelas deportivas municipales de rítmica a lo largo de todo el mapa distrital para que niñas y jóvenes puedan descubrir y practicar un deporte con múltiples beneficios: Barajas, San Blas, Arganzuela, Vallecas, Moncloa, Fuencarral, Carabanchel, Ciudad Lineal, Moratalaz, Latina, Tetuán o Salamanca.
Una de las escuelas con mayor arraigo y éxito de participación se encuentra en el centro deportivo Hortaleza. La exgimnasta Eva Mª Jiménez lleva entrenando a sus integrantes desde que aterrizó en el año 2000 recién llegada de los Juegos Olímpicos de Sidney, donde trabajó como coreógrafa del equipo nacional de gimnasia artística femenina.
Desde que Eva está al mando de esta escuela deportiva la participación no ha dejado de crecer. “Cuando llegué había 14 niñas y ahora cuenta con 125 integrantes en las categorías infantil y juvenil”, un arduo trabajo que se traduce en “niñas que comienzan muy ilusionadas y donde pasan a competición las que desarrollan las aptitudes necesarias”.
Es el caso de Mónica de Juana que ha participado recientemente en el último campeonato de España de Zaragoza o Clara Ortega, en seguimiento de talento en la Real Federación Española. “Son gimnastas del distrito que llevan el nombre de Hortaleza por toda la geografía española”, señala Eva.
Una de las señas de identidad de esta escuela deportiva es su Festival del Gimnasia Rítmica de Navidad, cita ineludible en el calendario anual del distrito, que gracias al apoyo de la Junta Municipal lleva veinte ediciones reuniendo en el polideportivo Hortaleza a más de 300 gimnastas de toda la región. Participan clubs de Tres Cantos, Colmenar, las escuelas municipales de los distritos y el colegio de educación especial María Corredentora. La última edición contó con la participación de Cristina Kornichov, representante española de gimnasia individual, en lugar de Almudena Cid, cuya agenda profesional le impidió acompañar a las gimnastas en Hortaleza. “No obstante, -señala Eva Mª Jiménez- “Almudena Cid visitó a las gimnastas del centro María Corredentora, todo un ejemplo de inclusión, esfuerzo e integración”.
Escuelas municipales en los distritos
Cualquier niña que quiera practicar este deporte puede unirse a las escuelas que hay repartidas por la ciudad: CG Barajas, EM San Blas, EM Arganzuela, EP Vallecas, EM Ciudad de los Poetas en Moncloa, EM Vicente del Bosque y EM La Masó en Fuencarral, EM La Mina en Carabanchel, EM Concepción en Ciudad Lineal, EM La Elipa en Moratalaz, EM Aluche en Latina, EM Antonio Díaz de Miguel en Tetuán, EM Hortaleza o el Club de Gimnasia Rítmica Siglo XXI que imparte clases en el distrito de Salamanca. Además, forman parte de los juegos deportivos municipales que abren la participación a todas las niñas de las escuelas y organizan eventos interdistritales.
Por ejemplo, el distrito de Barajas programó en Navidad una clase magistral a cargo de Polina Berezina, miembro de la selección española de gimnasia rítmica. En el centro deportivo municipal Pabellón Villa de Madrid, 42 niñas del Club Gimnasia Rítmica de Barajas y de otras escuelas como Arganzuela y Hortaleza pudieron practicar su deporte favorito junto a Berezina, que actualmente se encuentra en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid para preparar el mundial de Valencia.
Estas escuelas están dirigidas por personal municipal que, como en Hortaleza, han convertido la gimnasia rítmica en su hobby y su pasión. Eva Mª Jiménez hace hincapié en señalar que “nunca es tarde para descubrir este deporte donde cada día aprendes y te superas”.
Más de 20 años en Hortaleza
Eva Mª Jiménez comenzó su idilio con la rítmica con ocho años y ha pasado por todas las etapas: el centro de tecnificación de Madrid, el campeonato de Europa en Atenas’96 con el equipo nacional junior, el campeonato del mundo de Yugoslavia’89 como gimnasta individual en el equipo nacional absoluto o la 1ª Copa de Europa de Hannover donde se clasificó en el 8ª puesto.
Tras entrenar al equipo de Chamartín y convertir a sus atletas en campeonas de España, la Federación española llamó a su puerta para que entrenara al equipo nacional de gimnasia artística femenina como coreógrafa, lo que la llevó a los JJ.OO. de Atlanta y Sidney.
Desde el año 2.000 entrena a las niñas de la escuela municipal de Hortaleza donde trata de inculcarles “la pasión por la gimnasia rítmica”, una disciplina que además de cultivar aspectos como el orden, el esfuerzo o el compañerismo, “potencia la memoria, la concentración y ayuda al crecimiento personal de nuestras niñas”.