Si me dices que piense en Andalucía, a bote pronto me sale sol, playa, monumentalidad, feria y pescaíto frito. Pero si me das dos segundos más te diré que en Andalucía, además de arte, hay ciencia.
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Si de algo presume Almería es de sol, por eso tienen sede CIEMAT, el Centro de
Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, y CLISOL Turismo Agrícola El Ejido, que centrados en temas medioambientales y agricultura del futuro buscan servir de puente entre la I+D+i y los objetivos de interés social. Si eres de los que de pequeños coleccionaban cristales y minerales, no dejes de visitar el Centro de Interpretación del Mármol, un espacio cultural donde historia, tradición, innovación, futuro y arte conviven para ofrecernos una visión sobre la cultura del mármol en Macael. Nunca pensé que pudiera haber tanta ciencia detrás de un material, pero así es. Me encanta descubrir lo poco que sé de casi todo.
Otra experiencia imperdible es el Observatorio Astronómico de Calar Alto, el más grande del continente europeo. Situado en una meseta de 2.168 m de altura en la Sierra de Filabres, es una ventana al universo que puedes visitar de día o de noche para
descubrir la ciencia más avanzada que se realiza desde estas instalaciones. Para los que
preferís el contacto con el agua, tenéis la Estación de Control de Posidonia de la Playa de Aguadulce, una experiencia única para disfrutar conociendo un arrecife natural. Formado íntegramente por material vegetal, restos de conchas, hojas y sedimento compactado, se forman paralelos a la línea de playa y son esenciales para la protección del litoral y los ecosistemas marinos.
Para los más aventureros, os recomiendo el Aquarium Costa de Almería, para nadar entre tiburones. Y para una actividad nocturna, el Planetario de Serón, donde puedes disfrutar de uno de los cielos más limpios de Europa junto a la Vía Verde del Hierro. Su telescopio itinerante no es el más grande de España, pero sí el de mayor calidad de imagen.
¿Qué te puedo contar de Cádiz que no sepas? Su riqueza natural y cultural ya hablan por ella.
Lo que sí que hay que saber y no te puedes perder es la experiencia Arqueofoodtour,
donde la gastronomía y la arqueología se unen para explorar la historia culinaria de la
región. Es de aquellas experiencias tan singulares, que desde luego tienes que vivirlas
en algún momento de tu vida.
Pero, si eres más de animales y de observarlos en sus hábitats naturales, también hay
Cádiz para ti. Puedes avistar Cetáceos con Estrecha Natura, donde podrás conocer cómo se comportan estos animales en libertad. Y si por aquí hay amantes del submarinismo, el proyecto de educación ambiental DivenDraw te invita a practicarlo y, de paso, sensibilizarte en el cuidado y compromiso con la conservación de la naturaleza.
De entre las experiencias más destacadas, Cádiz cuenta con la Ciudad de las Estrellas, realmente una manera única de acercarse al conocimiento del espacio exterior de forma amena y didáctica, ¡una apuesta segura para el divertimento!
Y si lo tuyo es el turismo patrimonial, no puedes perderte la experiencia de Arq
Patrimonio Cultural y Turismo, que te lleva a descubrir la historia y arquitectura de la región, tan singular, o Salinas la Esperanza, en Puerto Real, que ofrece educación ambiental y ecoturismo de manera paralela a la labor de investigación y conservación de la biodiversidad. En la misma ciudad, es visita inevitable el Museo del Dique, cuyo nombre ya evoca historia marinera.
El Real Jardín Botánico de Córdoba es uno de los jardines más antiguos de Europa y es el hogar de una impresionante colección de plantas y árboles de todo el mundo, así como sede de un excepcional Museo Paleobotánico. Este jardín histórico es un oasis junto al Guadalquivir y una visita obligada para cualquier amante de la naturaleza y la botánica.
Siguiendo con la temática vegetal, Córdoba ofrece la experiencia el Jardín Elena, un
proyecto que combina el arte y la botánica. Se trata de un recorrido que aúna de una
manera increíble las obras del museo malagueño Thyssen y las especies del jardín
botánico, pero, ¡de forma virtual!
Si siempre te han atraído los números, la historia y la cultura, no puedes perderte el
Paseo Matemático al Ándalus. Se trata de otra experiencia virtual fascinante que te lleva en un viaje a través de la historia y la cultura de las matemáticas aplicadas al arte y la urbanística de Andalucía, en este caso de Córdoba.
Un proyecto que utiliza la tecnología y la innovación para hacer que la historia cobre
vida es La Fíbula Didáctica del Patrimonio. Esta fascinante experiencia se centra en la enseñanza de la historia y el patrimonio de Andalucía a través de la recreación de
artefactos históricos. Te llevarás más de una sorpresa y después querrás ensayar en tu
casa; te lo desaconsejo.
Pero si te fascina ver los campos de olivos y la poesía que hay en la ciencia de la
agricultura, la conservación del medio ambiente y la sostenibilidad, no te pierdas el
Instituto de Agricultura Sostenible, es un centro de investigación y desarrollo de
vanguardia nada aburrido.
Granada es la Alhambra, lo sé, pero también es el Parque de las Ciencias de Granada, la Estación Paleontológica del Río Fardes o los Paseos Matemáticos que puedes disfrutar como experiencia virtual o real. Aunque también es el disfrute de los cielos desde observatorios, como los de La Sagra y Los Coloraos, o el conocimiento más profundo de las rocas y la fauna y flora endémicas de Sierra Nevada siguiendo la estela de Green Walk o Ecoturismo Granada.
Como te decía, el peso de la ciencia aplicada a la arquitectura en Granada es
inigualable: así se aprecia en la Alhambra, con sus técnicas arquitectónicas y filigranas ornamentales propias de la riquísima cultura andalusí. Si después de visitarla realizas un paseo científico por el barrio del Albaicín, con sus casas blancas y sinuosas, podrás descubrir otra perspectiva de la Alhambra. Si la arquitectura es lo tuyo, otra de las obras maestras de inevitable visita es el lugar del descanso de los Reyes Católicos, la Capilla Real en la Catedral de Granada.
Siguiendo nuestro recorrido por los hitos arquitectónicos, la Cartuja de Granada es otro “hit” del barroco imprescindible y hay que perderse en el barrio del Sacromonte.
Conocido por sus cuevas, tradiciones y flamenco, debes descubrir su Abadía.
Construida en el siglo XVII, cuenta con una impresionante colección de arte religioso.
En Granada la ciencia, el aprendizaje y la diversión se dan la mano en el Parque de las Ciencias: un museo de ciencia interactivo y educativo que ofrece una experiencia única para toda la familia. Cuenta con más de 70.000 metros cuadrados que acogen, entre otros, el planetario digital, que proyecta espectáculos audiovisuales sobre astronomía y el universo, el pabellón del cerebro, el pabellón del cuerpo humano, el jardín botánico, el pabellón de la percepción… Todo está listo para vivir la ciencia y la tecnología de manera interactiva.
Hablar de Huelva nos evoca las imágenes de instagram de sus playas, pero su costa
también nos permite conocer una industria ancestral: la que nos sugieren las
impresionantes salinas del Alemán y su flor de sal. En Huelva, además, vas a encontrar
la fusión entre tecnología, minería, historia e identidad, nos la muestra El Parque
Minero de Riotinto, un complejo patrimonial interactivo, latente, sobre la historia de la minería y el tren. Pero si lo tuyo es vivir una experiencia inmersiva real, podrás ahondar en el corazón de la tierra y visitar una corta, una mina a cielo abierto, subir a un ferrocarril de época, conocer el ‘barrio inglés’, tocar el mineral con tus dedos o
descubrir el extraño color de las aguas de su río.
El turismo sostenible se está imponiendo y Huelva tiene como aliado a Platalea; su
objetivo es la educación ambiental y promover el conocimiento y la conservación de la
naturaleza a través de actividades y experiencias relacionadas con la fauna, la flora y el
medio ambiente en general. Si te fascina el mundo de los pájaros, este es tu sitio, ya que
su principal actividad es la observación de aves. Huelva cuenta con una gran variedad
de hábitats y especies que hacen de esta actividad una experiencia única. Los visitantes
pueden disfrutar de diferentes rutas de observación de aves en la costa, marismas,
bosques y otras áreas naturales, acompañados por expertos guías de naturaleza.
Jaén es aceite de oliva virgen extra en su más honda esencia, pero también acoge una rica historia y un patrimonio singular que parecen decirte: ‘asegúrate de explorar de forma activa toda esta riqueza natural’.
Empecemos por el Museo Activo del Aceite de Oliva y la Sostenibilidad Terra Oleum: un espacio interpretativo dedicado a la producción del aceite de oliva y a su cultura asociada, donde los visitantes pueden aprender sobre la historia y la importancia de este producto en la idiosincrasia local, pero también en la universal.
Pero en Jaén no todo es aceite, si te gusta leer lo que nos relata el suelo e iniciarte en la paleontología, vas a disfrutar en el Centro PaleoMágina. Vas a encontrar fósiles, rocas y una experiencia interactiva sobre la paleontología y la geología de la zona. Para completar la experiencia hacen uso del Patrimonio y la Educación: ofrece experiencias educativas sobre la historia y la cultura de la región, incluyendo visitas guiadas a monumentos y museos.
Pero si prefieres alzar la vista y dejarte deslumbrar por lo inabarcable del universo, entonces has de visitar el Cosmolarium Castillo de Hornos, un centro de divulgación de la astronomía que ofrece una experiencia única para los amantes de lo cósmico, con telescopios y expertos que se dejarán preguntar con paciencia infinita. Gestionado por Astroándalus y asesorado por expertos de campo, podrás observar las estrellas y los planetas. Aspirantes a Estephen Hawkings lo van a disfrutar.
Una visión diferente de la provincia de Jaén te la aporta aula de naturaleza El Cantalar, que aúna en perfecta sintonía ecología con algunos capítulos principales de la historia de los íberos. En este sentido, el Museo Íbero de Jaén ahonda en uno de los pueblos más singulares de la península ibérica. Una civilización casi tan antigua como el lince, un icono para los amantes de la naturaleza y la ciencia, que pueden disfrutar de experiencias únicas en el Centro de Cría del Lince ibérico ‘La Olivilla —Birds&Lynx Ecotourism—, que además te permite conocerlo en su hábitat natural. CEA El Acebuche, en Sierra Mágina, ofrece otro compendio de experiencias para disfrutar de la naturaleza y el buen arte de caminar, apoyados en un aliado experimentado en la organización de experiencias educativas que combinan visitas a sitios arqueológicos con exploraciones en la naturaleza: ArqueoNatura.
Málaga impacta cuando la descubres en su Semana Santa, en sus marchas procesionales, pero también impresiona por el enorme desarrollo científico que desarrolla y su capacidad divulgativa. El centro de Ciencia Principia cuenta con las herramientas interactivas necesarias para conseguir que tanto niños como adultos experimenten la ciencia aplicada al descubrimiento del universo y la ingeniería que hay detrás de un motor de competición, pero también fomentan la participación en el día internacional de las matemáticas.
Si lo tuyo es descubrir nuevos horizontes celestes, el planetario del Centro de Ciencia Principia también puede echarte una mano, pero en Málaga hay también otras opciones que encandilan. El Observatorio Astronómico El Torcal, Planeta Explora o El Aula del Cielo ofrecen numerosas actividades para observar y entender los misterios cósmicos que alberga el cielo nocturno de la provincia.
La botánica y la arquitectura forman un tándem magnífico para disfrutar de las ciencias naturales. Para degustar este cóctel hay que dirigirse al norte de la ciudad, donde descubrimos la hacienda de La Concepción y su Jardín Histórico Botánico, a orillas del río Guadalmedina. Pero si prefieres acercarte a una experiencia en línea, entonces tu opción es el Jardín de Elena, que como vimos más arriba es una experiencia interactiva para explorar un jardín botánico único.
En resumen, Málaga es una provincia repleta de lugares increíbles en los que disfrutar de la Ciencia. Pues a los ya mencionados, se unen otros como la Cueva de Nerja, el Complejo Arqueológico de las Cuevas de la Araña o el Parque Megalítico de
Antequera. No te pierdas la oportunidad de explorar todo lo que Málaga tiene para
ofrecer.
Sevilla, la ciudad del Guadalquivir y el arte, es también un sitio clave para descubrir
ciencia y conocerla de manera divertida.
Empezamos por el Acuario, donde podrás sumergirte en el “mar” de Sevilla. Aquí verás todas aquellas especies marinas fascinantes, las que sólo pueden observarse desde un sitio privilegiado como este. Y seguimos por la Casa de la Ciencia, lugar donde experimentar con tus propias manos la ciencia y entender un poco más el mundo que nos rodea.
Si lo que te apetece es un plan original, puedes probar la experiencia Arqueofoodtour. Como el nombre indica, es una ruta histórica que se sustenta en los sabores gastronómicos de otras épocas, totalmente documentados mediante el estudio científico: vinos, quesos, cervezas, garum…
Pero si lo tuyo son las matemáticas, como ya vimos más arriba no te puedes perder el
Paseo Matemático al Ándalus. Entrando de manera virtual en los monumentos más emblemáticos de la ciudad, podrás descubrir las matemáticas escondidas en la
arquitectura y el arte. No menos llamativa es la actividad que propone Natures, que te
hace un recorrido por la historia geológica de la tierra conociendo los fósiles que
encierran las rocas que dan forma a los monumentos sevillanos.
En resumen, Sevilla es una ciudad que no deja de sorprender por su historia, cultura y
ciencia, siempre hay una buena razón para volver.
Con la colaboración de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía. Cofinanciado con el Programa Operativo FEDER de Andalucía 2014-2020″.
Fuente: Houdinis