[ad_1]
En el polideportivo Huerta Vieja se detectaron daños en su infraestructura hace nueve meses. Desde entonces, está cerrado.
Hace algo más de un mes, nuestro alcalde informó de que el equipo de gobierno había decidido su demolición y la construcción de uno nuevo.
El rechazo de los usuarios y los vecinos afectados fue inmediata. Se basa ese rechazo en la existencia de dos informes, uno de una empresa externa y otro de los servicios técnicos del propio ayuntamiento, que no proponen su demolición sino su reparación.
Con el agravante de que su demolición y la construcción de uno nuevo está valorada en 5 millones de euros y 3 años, y su reparación supondría 500.000 euros y 6 meses de trabajos.
Podéis acceder a continuación a los dos informes.
Ha habido, a lo largo de estos meses, concentraciones de los usuarios delante del ayuntamiento y del propio polideportivo, pidiendo al alcalde que no derribe Huerta Vieja y que les resuelva el problema que les está creando. Un intento de derivar a los usuarios a otro polideportivo en otro extremo del municipio, fracasó. Simplemente, no había sitio para ellos.
Esta plataforma de usuarios ha puesto en marcha una iniciativa en change.org, que ya ha tenido, en la primera semana, casi 1200 firmas, a la que puedes unirte AQUI, pidiendo la NO demolición de Huerta Vieja.
Nuestra Asociación está de acuerdo, de forma inequívoca, con la propuesta de los usuarios y con lo que confirman los dos informes existentes. Creemos que lo más lógico es que se reparen los daños detectados y no se aborde un derribo que parece innecesario.
En primer lugar, no entendemos que, con esos dos informes en contra y la insistente opinión de los usuarios y vecinos de que nos se derribe, sino que se arregle, nuestro alcalde siga, erre que erre, manteniendo su derribo.
Si se dispone de recursos para hacerlo, que los tenemos en el banco, hágase otro polideportivo, de los que nuestro municipio no está sobrado, pero manténgase este, lo que es perfectamente posible.
Sin dar razones que lo sustenten, se empeña, en contra de la opinión de técnicos y vecinos, en tirarlo abajo. No tenemos más remedio que pensar en tiempos que creíamos superados, y que hay otros intereses por derribar este y gastarse esos 5 millones que costaría el nuevo polideportivo.
Pero queremos destacar que lo que ha sucedido no es sino consecuencia de la dejadez que ha definido a los equipos de gobierno que hemos tenido en los últimos treinta años. Ni ha habido inversiones en infraestructura publica, ni se ha hecho el mantenimiento que exigía la que había. Así de simple.
La falta de mantenimiento es el origen, según los expertos, de que haya habido que cerrar el Huerta Vieja. Pero es que hace pocos años, los mismos usuarios del polideportivo estuvieron meses sin poder usarlo porque no funcionaba la caldera, también porque no había habido el mantenimiento adecuado.
Los colegios públicos, por las mismas razones, se vinieron deteriorando año tras año, llegándose a situaciones tan impresentables que llevaron a los padres de los alumnos a manifestarse en las calles pidiendo que se acometieran las obras, ya urgentes, para compensar años de nulo mantenimiento. Tras años de inacción, estas se acometieron cuando la presión social ya era insostenible.
Con el Centro de la Juventud, más de lo mismo. Sin mantenimiento, se ha venido deteriorando año tras año, con goteras y humedades en la planta baja que solo ahora, al cabo de los años, y llegados a lo inaceptable, se han resuelto.
Seguimos con la Casa de la Cultura que teníamos hace 36 años, sin que, desde entonces, se haya acometido ninguna mejora o modernización dignas de destacar.
Del Centro de Mayores, sabemos que está sobrepasado, que no da más de sí desde hace años, y todo sigue igual.
Y, en los casos de la Estación de Cercanías y del ambulatorio Cerro del Aire, aunque no son de competencia municipal, bien podía estar nuestro alcalde presionando y obligando a actuar a quienes sí la tienen. Porque, por la misma razón que todo lo anterior, el paso del tiempo y la falta de mantenimiento y actuaciones, están en unas condiciones lamentables. Da vergüenza usar la Estación de Cercanías, que tiene 33 años, y en nuestro ambulatorio, que se inauguró en la década de los 80 del siglo pasado, empieza a fallar todo.
Lo único que va viento en popa es la iglesia que se está construyendo en Roza Martín en suelo municipal, una más, y ya van siete en nuestro municipio.
(Por cierto, la pasarela peatonal que acercaría Rozas Martin con el centro urbano, cuyas obras inauguró el alcalde el 7 de Junio, llevan meses paradas).
Así es, a día de hoy, nuestro municipio. Seguiremos viendo fallos y averías por doquier.
Como dicen lo jóvenes de ahora: es lo que hay.
[ad_2]
Fuente: AVMajadahonda