El 25 de enero de 1938, una espectacular aurora boreal iluminó gran parte de España mientras tenía lugar la infame Batalla de Teruel de la Guerra Civil. En los últimos años, las nubes noctilucentes – similares a las auroras boreales pero en tonos azulados – se han podido ver en más de una ocasión en los cielos zaragozanos. Parece que el destino nos atraiga siempre a la comunidad de Aragón cuando se trata de asomarnos al universo y a todos sus misterios.
Aquí no encontrarás bosques finlandeses pero sí algo mucho mejor: un ibón, término en idioma aragonés que hace referencia a los lagos de montaña de origen glaciar situados en los Pirineos aragoneses, desde el valle de Ansó hasta la Tuca d’Aneto. Miradores privilegiados – pero no los únicos – desde los que poder avistar todos los misterios del firmamento nocturno.
La Fundación Starlight no podía estar equivocada cuando certificó los cielos de Aragón como “de gran calidad para mirar las estrellas”. La excusa perfecta para buscar aquellos escenarios únicos donde mojarnos de lágrimas de San Lorenzo, agotar el tiempo pidiendo deseos a las estrellas fugaces, o mejor: coger sitio para avistar el espectacular eclipse que tendrá lugar el 12 de agosto de 2026.
Pero hasta entonces, ¿por dónde podemos empezar nuestra conquista del espacio exterior? El Monasterio del Olivar es un buen comienzo para un “baño de estrellas” literal. Diferentes experiencias aguardan en este “alojamiento Starlight” de Estercuel (Teruel), el primero de otros muchos atajos a las estrellas: ahí tenemos observatorios como el de Montalbán, en la comarca de Cuencas Mineras; o el Planetario de Aragón, lugar de encuentro, conocimiento y divulgación científica en Huesca también conocido como Espacio 0.42, en referencia a la ubicación que ocupa la ciudad aragonesa (longitud 0, latitud 42). Una visita a la que también podemos sumar unas horas en el Museo de las Matemáticas, ideal para los peques.
En cualquier caso, no te puedes perder una visita a Galáctica, o Centro de Difusión y Práctica de la Astronomía en la comarca de Gúdar-Javalambre. Una estructura digna de la secuela de Dune, con sus nueve cúpulas apuntando al cielo, de las cuales tres albergan telescopios semiprofesionales de uso general.
Los observatorios son tan solo la punta de lanza de un conjunto de experiencias de astroturismo únicas como El Concierto de la Galaxia, la perfecta combinación de música, poesía y paisaje, también en el Monasterio del Olivar. Y degustar un entrante Big Bang seguido de un primer plato de Aurora Boreal durante la Cena Estelar, evento gastronómico que tiene lugar en alojamientos como El Albergue de Aliaga, en el Parque Geológico de Aliaga.
Shaula, Deneb y Plutón, tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Rutas a caballo siguiendo la Vía Láctea, fotografías nocturnas, acampar con la familia bajo un cielo Starlight, o realizar lanzamientos en tirolina que comienzan en un árbol y pueden terminar en Venus. Aragón te invita a espiar al universo de tantas formas como estrellas encontrarás en sus cielos.
Fuente: Houdinis