Un producto casi olvidado por los españoles, las letras del tesoro, se ha vuelto a poner de moda. La foto de la cola en la puerta del Banco de España es graciosa, sí, pero indica cómo hay una gran demanda por un producto seguro y que de algo de rentabilidad para compensar (en parte) la gran inflación que vivimos.
Las letras son un producto que llevan tiempo sin tener atractivo: su interés ha sido negativo durante los últimos años y antes de eso siempre ofrecían menos rentabilidad que los depósitos bancarios. Pero la situación ha cambiado radicalmente en los últimos meses. ¿Vuelven a merecer la pena?
Cuando el río suena…
Que haya colas y mucha gente explicando por Twitter y medios de comunicación cómo invertir en letras es porque el río lleva agua. Es decir, las letras son ahora mismo un producto bastante atractivo para el inversor conservador, aquel que no quiere asumir riesgos y quiere una rentabilidad garantizada (salvo hecatombe).
Este tipo de inversor normalmente buscaba los depósitos, que normalmente siempre pagan algo más de interés que la deuda pública, debido a que tiene un riesgo superior (es más fácil que quiebre un banco que un Estado). Pero la situación de los últimos meses ha hecho que esto no sea así.
Los depósitos no están ofreciendo rentabilidades tan altas como las letras. Por un lado está la falta de competencia que existe en el mercado bancario actual, que nada tiene que ver lo que se veía antes de la crisis de 2007-08, cuando comenzaron las fusiones de bancos. Entonces había una guerra del pasivo que elevaba los intereses.
Por otro lado incluso si los bancos se pusieran a luchar por el pasivo tampoco pueden ofrecer una gran rentabilidad ya que sus préstamos de los últimos años han sido a intereses muy bajos. No pueden captar pasivo a tipos muy altos si no logran prestar a tipos aún mayores. La rápida subida de tipos que hemos vivido últimamente no ayuda a que los bancos puedan seguir ese ritmo de revalorización en sus depósitos.
Pero explicaciones aparte, lo cierto es que las letras del tesoro están a tipos por encima del 2% (las de 12 meses casi al 3%) y los bancos más comunes no ofrecen tanto (aunque en algunos sí que llegan a estas rentabilidades)
Por tanto si el banco con el que trabajamos no ofrece depósitos al menos al 2% y si definitivamente queremos un producto de muy bajo riesgo, las letras y bonos del tesoro son una buena opción. De ahí las colas que hemos visto.
¿Cuál es el mejor plazo?
Las letras del tesoro son a 3, 6, 9 y 12 meses y los bonos a 3 y 5 años y las obligaciones a mayor plazo (10, 20, 30, 50 años). Todos los productos son similares aunque la nomenclatura cambie, y normalmente hay emisiones periódicas pero no de todas los plazos.
Con los tipos subiendo (se preveen nuevas subidas en breve) lo ideal es hacer inversiones a corto plazo. Los tipos en la zona euro están al 2,5% y por tanto las letras a corto plazo deben rondar dicho tipo, pero posiblemente dentro de tres meses estén rondando el 3% o el 3,5%.
Por tanto merece la pena invertir en letras a tres meses y repetir dentro de otros tres que quedarnos con plazos mayores. Mientras no se vea fin a las subidas de tipos es mejor invertir a corto plazo que irnos a maduraciones mayores.
Cómo comprar letras del tesoro
Para invertir en letras del tesoro no hace falta ir a hacer cola al Banco de España a las 7 de la mañana, como hemos visto esta semana. Se puede hacer, efectivamente, de forma presencial, pero también a través de intermediarios (nuestro banco, aunque cobrará comisión) o por Internet en la página web del tesoro.
Para usar esta última opción hay que contar con certificado digital o DNI electrónico, lo que nos permitirá abrir una cuenta directa en el Banco de España (que cobrará una comisión de 1,5 por cada 1.000 euros de inversión, más baja que otras entidades).
Una vez abierta la cuenta en el Banco de España a nuestro nombre, la inversión mínima son 1.000 euros y tienen que ser múltiplos de esta cantidad. Siempre hay que transferir un 1% más de la cantidad que se va a invertir (por ejemplo, si se invierten 1.000 euros hay que transferir 1.010 euros).
Hay que aclarar que la rentabilidad no se sabe hasta que se realice la subasta y viendo la demanda es muy posible que haya un cierto bajón respecto a las últimas. Y también que la página web del tesoro no va muy fina, seguramente por la gran demanda que estamos viendo.
Para no quedarnos fuera (el tema de la subasta es para expertos) hay que seleccionar que queremos invertir en letras no competitivas, es decir, que aceptaremos el tipo medio ponderado del resultado de la subasta.
También es importante saber que para hacer la operación online hay que lanzar la orden siete días antes de la subasta.
Fuente: El Blog Salmón