La pandemia ha tenido un impacto significativo en la economía global, con algunos países más afectados que otros. España es uno de los países que ha sido duramente golpeado por la pandemia, y es interesante explorar cómo nos ha perjudicado.
Y es que recientemente hemos conocido que la contracción que ha vivido la renta disponible española ha sido la mayor entre los 38 países de la OCDE. Específicamente, la caída supone el 8% y, junto a Portugal que arrastra una caída de su renta del 4%, son los únicos países que no han conseguido recuperarse del golpe de la pandemia.
España ha sufrido dos duros golpes: la crisis covid-19 y la escalada inflacionista.
Si nos remontamos en el primer trimestre de 2020, España ha sufrido una gran crisis económica como resultado de la pandemia de Covid-19. La economía española se vio afectada debido al cierre de empresas, el desempleo masivo, la caída en el consumo. Por ejemplo, el turismo se ha visto muy afectado. El turismo representa el 12,7% del PIB español, y como resultado de los cierres de fronteras y la reducción de los viajes, la industria ha sufrido una grave pérdida. La industria manufacturera también ha experimentado una contracción significativa, ya que el cierre de la producción significó pérdidas de empleos y mayores costes para las empresas.
Los cierres y restricciones a la actividad económica han provocado una reducción en los ingresos de muchos sectores clave de la economía española. Esto ha reducido el empleo y los salarios de los españoles, reducido, por tanto, la renta disponible.
Otro de los puntos clave ha sido para valorar la caída de la renta disponible es el aumento de la presión fiscal. El aumento de los impuestos para financiar el Estado de Bienestar ha provocado una disminución de los salarios disponibles.
En este tiempo, la presión fiscal de España ha ido aumentando y supera la media de la UE: la presión fiscal de España (ingresos fiscales/PIB) en 2022 se encuentra en un máximo histórico de más del 42% del PIB y, por tanto, por encima de la media de la UE (41,7% incluyendo datos de 2021).
De hecho, se han presupuestado para el ejercicio en curso unos ingresos tributarios presupuestados que superan las cifras de 2019, en casi 50.000 millones de euros, lo que supone un 23,4% de incremento, mientras que, en el mismo periodo, el PIB se ha incrementado en un 11,5%.
El aumento de los precios de los bienes y servicios ha afectado a los ingresos disponibles. El aumento de los precios ha provocado una disminución en los ingresos de los consumidores, lo que a su vez ha afectado a la renta disponible.
Desde el inicio de la pandemia, la economía española ha experimentado un aumento significativo en la inflación. Esta fuerte subida del coste de la vida ha tenido un impacto en los hogares españoles, que se han visto obligados a hacer frente a precios más altos, mientras que sus ingresos permanecen estancados.
El Banco Central Europeo (BCE) estima que el aumento de la inflación ha tenido un efecto más profundo en los precios de los bienes de los hogares españoles. Esto se debe a que los productos básicos, como la comida y la energía, han protagonizado precios más altos, lo que ha llevado a un aumento significativo en los precios de los alimentos y la energía y ha impuesto un gran estrés financiero en las familias que ya se encontraron en una situación económica frágil.
La vivienda no ha dado respiro, los precios de los alquileres en España han subido un 6,5% durante la pandemia, lo que dificulta aún más la situación de los hogares. Esto se debe principalmente a la escasez de inmuebles en alquiler y al aumento de la demanda de la misma.
Fuente: El Blog Salmón