Dentro de la programación del Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, los Patios Central y Sur son considerados espacios de exposición de instalaciones artísticas al aire libre. En este contexto se inserta ‘Tres ensayos de paisaje: ecosistemas móviles para climas futuros’, instalación que propone distintos ecosistemas que se sitúan en un escenario futuro.
‘Tres ensayos de paisaje’ investiga el impacto de las nuevas condiciones climáticas en la configuración del espacio público: desde el rol de la vegetación, el confort ambiental y el consumo energético, a los mecanismos de inclusividad, las relaciones intergeneracionales y otros modos de sociabilidad. Este proyecto, un ejercicio de prototipado cuyas experiencias pueden también aplicarse a otros lugares de la ciudad, huye de visiones preestablecidas sobre lo que constituye un espacio público, sugiriendo alternativas para construirlo colectivamente.
La intervención propone activar el Patio Central de Condeduque, una gran superficie de 4500 m2 de diseño militar proyectado para una escala de caballería castrense. El proyecto fragmenta esta escala en desuso en una multiplicidad de espacios que se forman, tanto entre las tres islas, como dentro de ellas mismas. De este modo, entre la vegetación, van apareciendo nuevas posibilidades de usos y convivencias inesperadas para el público del centro. Tres islas, tres porciones de suelo independientes, exploran las capacidades de diferentes ecosistemas y sus imaginarios en la construcción del espacio público contemporáneo.
Ubicada en el centro del patio, la primera isla visibiliza la emergencia de un paisaje global, común a latitudes dispares e intensificado con el calentamiento planetario. Plantas procedentes de ecosistemas remotos, con un amplio rango cromático y morfológico, conviven en esta isla, que incorpora también un gran rótulo iluminado con energía solar y una grada doble para eventos.
En una segunda isla, nuevas combinatorias de paisajes endémicos de la región de Madrid abrazan un teatro reversible. Un telón perimetral determina la posición de los espectadores: una pequeña grada situada en su interior permite actuaciones de formato reducido; a la vez, el telón define un vacío que funciona como escenario para eventos de mayor escala.
Definida por una materialidad rugosa, la tercera isla recurre a un imaginario post-fósil que responde a las altas temperaturas y a la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos que caracterizan nuestro presente. Este paisaje seco, compuesto principalmente por especies pirófitas o resistentes al fuego, conforma una suave pendiente que puede utilizarse indistintamente como escenario, platea o zona de descanso. Sobre ella, dos areneros en forma de cráteres ofrecen una alternativa a los espacios de juego del centro de Madrid.
En definitiva, este proyecto es un ejercicio de prototipado para ensayar otros modos de ciudad, otras maneras de pensar el espacio público mediante usos sostenibles y compartidos.
Hasta el 31 de diciembre de 2023
Fuente: madridcultura.es