Playa de Son Bou - Playas en Alayor

Son Bou o Platges de Son Bou está a ocho kilómetros de Alaior, situada entre Punta Rodona (alberga Torre Esfondrada, atalaya defensiva del siglo XIX) y Cap de ses Penyes (próxima a una basílica paleocristiana), así como junto a las urbanizaciones Son Bou, Sant Jaume de la Mediterrània y Torre Solí Nou.

Esta playa forma parte del enorme entrante de mar, en forma de u, que ha originado una ensenada gigantesca, totalmente abierta al mar. También se caracteriza por ser el tramo de litoral más extenso de Menorca, con 2,4 kilómetros longitudinales, y por tener talud de arena, pendiente suave, agua cristalina, así como afluencia alta de bañistas locales y turistas. El mayor sistema dunar y la segunda zona húmeda en importancia de la isla, tras s’Albufera des Grau, ocupan su parte trasera, dando lugar ambos a Àrea Natural d’Especial Interès. Las condiciones marinas y subacuáticas son óptimas para el fondeo de embarcaciones, siempre y cuando la climatología sea favorable y no soplen corrientes eólicas de componente norte o noreste. En la parte central de esta playa se hallará alguna zona de rocas, por lo que se recomienda mantenerse alejado del litoral. Frente a su orilla, a tres hectómetros de distancia, se divisa Escull de sa Galera, peñasco circunnavegable con barca grande.

El acceso por carretera es sencillo siguiendo la señalización viaria y los desvíos. El vehículo particular se podrá estacionar de manera gratuita por los alrededores. En temporada estival se puede llegar mediante el uso de transporte público. Si la playa dispone de vigilancia está obligado a seguir las instrucciones de los socorristas y la señalización de las banderas. La bandera roja indica baño peligroso e implica la prohibición de bañarse. La bandera amarilla indica precaución, pero se permite el baño. La bandera verde indica baño permitido. La bandera naranja se usa para indicar que el socorrista se encuentra ausente. Si la playa no dispone de vigilancia o el servicio no se encuentra operativo, sea prudente y disfrute de la playa evitando correr riesgos innecesarios. Las ordenanzas municipales prohíben el acceso a las playas de los animales de compañía por razones de seguridad e higiene.