Siempre me gusta conocer la historia de los lugares que visito, y aquí en el Gran Santuario Arqueológico de Pachacamac resulta muy interesante ver como se mantiene tras el paso de tantos años, en vista de sus ruinas que permanecen allí como la evidencia de tiempos de antaño.
Desde hace más de 1000 años existe este santuario ubicado en costa central y sus complejos templos solían ser visitados por multitudes de peregrinos, pues Pachacamac más allá de tener místicos poderes era un acertado oráculo capaz de predecir el futuro y controlar los movimientos de la tierra. Pero, ¿Quién era Pachacamac?
Pachacamac, fue un dios Hijo del Dios del Sol, Dios del Fuego y conocido como el “creador de la Tierra”. Se creía que tenía poderes para rejuvenecer, traer el bienestar, mejorar la práctica de la agricultura y curar enfermedades.
Las edificaciones del santuario no solamente fueron ocupadas por el imperio Inca, sino que antes de ellos estuvieron la cultura Lima, la cultura Wari y por último, la cultura Ychsma o Ichma.
En la misma entrada por uno de sus robustos accesos, se puede visitar el museo de Pachacamac, que tiene una arquitectura super bonita y todo dentro está muy bien explicado. ¡Es muy interesante!.
Luego (se puede hacer en tu propio auto, taxi o a pie) visitar las ruinas, paras en cada una de ellas. Pero para visitar el templo del sol si hay que subir caminando. Desde allí hay una vista preciosa del valle y el mar. Muy recomendado.
Desde Lima no había resultado tan fácil llegar desde un autobús a precio de huevo. La aventura se puede hacer perfectamente en un día sin llevar nada de peso en la maleta, excepto por mi cámara fotográfica que si la llevo a todos lados.
La gente es súper cálida y están muy dispuestos a enseñarte tantas cosa. Todo lo que les he contado ha sido aprendido gracias a sus guías y compañeros del recorrido.
Se me quedan las ganas de conoce más lugares así, pero las tierras peruanas por fortuna están llenas de historias palpitantes. Si se pudiera tomar un vuelo a Lima más seguido, tendrás seguro coordenadas nuevas qué visitar hacía cada uno de sus extremos.
Fuente: Houdinis