La Casa del Cura acuerda con el Ayuntamiento de Madrid convertir el edificio en un centro sociocultural

El final de la cesión de la Casa del Cura, el edificio vecinal situado en la Plaza del Dos de Mayo, será amistoso entre los actuales cesionarios y el Ayuntamiento de Madrid, con la transición del espacio hacia un modelo de centro sociocultural público y de contenidos similares a los que ofrece actualmente el Casino de la Reina de Lavapiés.

Así lo han acordado en varias reuniones la Junta de Centro y la asociación vecinal que agrupaba a las decenas de colectivos de Malasaña y que desde 2019 habitaban este espacio gracias a una cesión municipal que expirará en las próximas semanas. Según ha podido conocer el periódico Somos Malasaña, en los últimos días se han celebrado varias reuniones entre los vecinos y los servicios sociales del Ayuntamiento para hacer más fácil la transición y permitir el paso de su personal antes del fin de la concesión, para observar las necesidades del edificio.

“Ante la imposibilidad de prorrogar la cesión, consideramos importante que la Casa del Cura siga siendo un espacio comunitario”, explican a este medio desde la Plataforma Maravillas, entidad que agrupa a todos los colectivos malasañeros. “Vamos a colaborar y queremos seguir implicados en el funcionamiento del centro”, plantean al Ayuntamiento de Madrid, que aplicará en este lugar el modelo que ha desarrollado en otros centros socioculturales del distrito.

Un pasado sin uso público

El edificio situado en el número 1 de la plaza del Dos de Mayo estuvo durante décadas cerrado al barrio, ya que funcionaba como residencia de los sacerdotes de la cercana parroquia de Maravillas, aunque el edificio siempre ha sido propiedad del Ayuntamiento de Madrid. Durante la legislatura de Manuela Carmena el inmueble fue devuelto por el Arzobispado y la Junta de Centro lo entregó mediante concurso público a las asociaciones vecinales del barrio.

Pese a la pandemia, que obligó al cierre temporal de sus actividades, la Casa del Cura ha albergado numerosas iniciativas que han ido desde la Despensa Solidaria, que ayudó a muchos vecinos necesitados durante lo peor de la crisis del Covid, hasta talleres, reuniones vecinales, charlas, espacios de debate o ensayos. Incluso sirvió hasta de escenario teatral durante las últimas fiestas del barrio.

En paralelo, la actual Junta de Centro, que dirige José Fernández (PP) intentó adelantar el fin de la cesión del edificio recurriendo a los tribunales, que inicialmente no le dieron la razón. Entre medias del litigio, el gobierno de Almeida llegó a un acuerdo con el Grupo Mixto para obligar al consistorio a respetar los cuatro años de concesión a los vecinos, compromiso que se ha mantenido a pesar de que el TSJM anulara la decisión de los juzgados de primera instancia el pasado otoño.



Fuente: elDiario.es – Somos Malasaña

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