La Comunidad de Madrid promociona para este verano la visita a once destinos singulares reconocidos por la riqueza de su patrimonio cultural, natural y gastronómico. Se trata de Manzanares El Real, Patones, San Martín de Valdeiglesias, Torrelaguna, Villarejo de Salvanés, Buitrago del Lozoya, Chinchón, Colmenar de Oreja, Navalcarnero, Nuevo Baztán y Rascafría.
Estos municipios se inscriben dentro del programa Villas de Madrid, promovido por el Gobierno regional, y cuyo objetivo es impulsar los recursos que ofrecen poblaciones de menos de 20.000 habitantes. Se pretende con ello diversificar el flujo de visitantes hacia áreas más alejadas, dándoles visibilidad y aumentando el potencial turístico de la región.
Así, en Manzanares El Real se encuentra el castillo mejor conservado de Madrid y destaca, además, por sus bosques, embalse y la montaña mágica de La Pedriza, que forma parte del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
Patones invita a disfrutar de su paisaje y de su insólita arquitectura de pizarra, ya que sus calles son un auténtico museo al aire libre. Los dos Patones, el de Arriba y el de Abajo, tienen su propia historia, marcada por lo singular de su paisaje y el carácter acogedor de sus gentes.
Por otro lado, Rascafría está sumergida en lo más hermoso del Valle del Lozoya, a los pies de la Sierra de Guadarrama y junto a las cumbres y lagos de Peñalara. Toda esta belleza llevó a Enrique II a fundar en el siglo XIV el monasterio de Santa María del Paular, una joya del arte monacal que cuenta con una rica colección de pinturas de Vicente Carducho.
Torrelaguna se caracteriza por su cuidado casco histórico, en el que sobresale la iglesia de Santa María Magdalena, ejemplo del gótico madrileño, así como el Pósito, el antiguo hospital de la Santísima Trinidad y el Convento de Franciscanos de la Madre de Dios.
Por su parte, Buitrago del Lozoya propone un viaje al medievo en el Valle del Lozoya, con el río discurriendo a los pies de su recinto amurallado. En este enclave se encuentra, además, el Museo Picasso-Colección Eugenio Arias con más de 60 obras que el artista legó a su peluquero.
Igualmente Chinchón, con su Plaza Mayor, es todo un ejemplo de arquitectura popular castellana que, además, ofrece una de las mejores ofertas gastronómicas y hoteleras de la Comunidad, donde descansar y reponer fuerzas tras perderse por sus calles llenas de historia
En este recorrido nos encontramos con Colmenar de Oreja, un municipio en el que poder degustar una copa del buen vino de la Denominación de Origen Madrid en su Plaza Mayor o visitando cualquiera de sus bodegas centenarias.
Villarejo de Salvanés fue capital de la Encomienda Mayor de Castilla. Desde su altura se puede disfrutar de unas espectaculares vistas sobre la Alcarria Madrileña: un paisaje de olivos y encinares bañados por los arroyos del Tajo y el Tajuña. También acoge un Museo del Cine que alberga una sorprendente colección de maquinaria y objetos relacionados con el séptimo arte.
Navalcarnero se encuentra en pleno corazón vinícola de Madrid, rodeado por cerros y lomas cubiertas de viñas, bañadas por los ríos Guadarrama y Alberche. Su plaza de Segovia es un lugar ideal para disfrutar del vino de Navalcarnero con D.O. Vinos de Madrid. El Real Mercado del Siglo de Oro recuerda el enlace entre Felipe IV y Mariana de Austria.
La Sierra Oeste de Madrid es la guardiana de San Martín de Valdeiglesias, un pulmón enológico con gran calidad en las cepas de uva garnacha y albillo real.
Por último, Nuevo Baztán se encuentra en plena Cuenca del Henares, a 50 km al este de la capital. Fue fundado como modelo urbanístico en el que poner en práctica las corrientes arquitectónicas vigentes en la Francia de la época. Su núcleo urbano es Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural.
Fuente: ocio por madrid