Desde que la Agenda 2030 se presentó al mundo en 2015, la energía renovable ha sido una de sus categorías más ampliamente discutidas. Mientras que no cabe duda de que trata puntos relevantes y que son de gran importancia para garantizar un futuro seguro para la humanidad, muchas personas han recalcado lo imperfecto de este plan. Esto ha llevado a que se desarrollen una gran variedad de opiniones al respecto.
Todos podemos concordar en que la Agenda 2030 sobre la energía renovable es necesaria. Sin embargo, es importante reconocer cuáles son los puntos débiles y la opinión de las personas.
De esta manera, seremos capaces de desarrollar mejores soluciones para el futuro. Aquí le recalcaremos cuáles son los puntos que más han levantado polémica y cuáles son las opiniones generales.
¿Los objetivos de la agenda 2030 en cuanto a energía renovable son realmente alcanzables?
Mientras que la energía renovable ha sido una de las categorías más polémicas de la Agenda 2030, esta pregunta es válida para todos los objetivos generales propuestos por la misma. Muchas personas se preguntan si los objetivos son realmente alcanzables, sobre todo debido a las siguientes razones:
1. No se toma en cuenta el contexto local
Muchos países, principalmente aquellos con poco desarrollo, han traído hacia adelante esta crítica con respecto a la Agenda 2030. Mientras que los objetivos establecidos se pueden lograr fácilmente en algunos países con muchos recursos, para aquellos ubicados más abajo en la cadena económica será un gran reto; sobre todo cuando se considera el marco de tiempo en el que se espera que se logren.
Los países de menores recursos ven casi imposible lograr los objetivos para 2030 de energía renovable. Asimismo, se recalca que muchas de las instituciones no cuentan con las tecnologías ni la organización necesaria para conseguirlos. Aquí se nota un gran fallo en respetar los contextos locales.
2. Los datos no son claros
Se calcula que solo 1 de cada 6 países dispone de datos medibles y que sean comparables a nivel internacional en cuanto al objetivo 13, la acción por el clima. Esto se ha ganado una gran crítica por parte del público, el cual establece que estos vacíos de información hacen imposible usar los objetivos como una guía para la gestión o incluso para reportar algún tipo de progreso. Sin los datos, los objetivos se vuelven inútiles ¿Quién puede afirmar si se están cumpliendo o no?
Existe una gran variedad de fallos cuando se trata de los datos para la Agenda 2030 en cuanto a energía sostenible. Los críticos consideran que los indicadores están mal definidos, no hay una capacidad real de medición y muchos de los datos que sí existen, están desactualizados.
3. Sin estrategias y sin un verdadero marco temporal
Este es otro punto de gran importancia cuando se analiza el plan. Sí, la Agenda 2030 claramente establece que, para dicho año, se debe haber logrado el objetivo de energía renovable. Sin embargo, se ha recalcado por algunas personas que no existe un desglose temporal de avance. Después de todo, la energía renovable no se logra de manera instantánea.
Requiere de un desarrollo de pasos a través del tiempo, para el cual no existe un marco de tiempo exacto. Los países no saben cuándo deben lograr qué, convirtiendo a los objetivos en una tarea ‘por hacer’ hasta el 2030, sin un claro establecimiento de pequeñas metas o logros que los encaminarían por el camino correcto.
4. Los objetivos de energía renovable de la Agenda 2030 ignoran el contexto político y empresarial
La gran mayoría de países han mostrado su apoyo hacia la Agenda 2030 y la energía renovable. Sin embargo, algunos críticos recalcan un punto muy importante: los objetivos no responsabilizan ni penalizan a ningún país que decida no actuar o incumplirlos.
Esto se puede comprobar a través de los diferentes proyectos actuales que amenazan con destruir el poco equilibrio del medio ambiente, tales como el proyecto Willow en Estados Unidos. Asimismo, no se toma en cuenta las acciones de las personas más influyentes. Se considera que los gobiernos deberían estar de acuerdo con cada tarea en específico, así como quién es responsable por completarlas.
Si esto no se empieza a regular, lo único que se tendrá es una larga lista de objetivos, que pasarían a ser deseos que solo se esperan sean cumplidos por el crecimiento económico y por actividades caritativas. Si se quiere un verdadero cambio, debe existir un marco más estricto y específico sobre quién implementará y cumplirá los objetivos de la Agenda 2030 en energía renovable.
Desde el impacto económico y social del COVID-19, la 2030 ha quedado en un segundo plano. Principalmente, debido a la falta de recursos para concentrarse en la energía renovable. Esto ha hecho que muchos de los objetivos establecidos en 2015, un tiempo en el que el crecimiento económico era la tendencia, se quedarán obsoletos e inalcanzables. Se espera que prontas reformas sean posibles, aunque la depresión económica actual convierte todo ello un reto.
Fuente: El Blog Salmón