Dos días en la hermosa Isla de Chiloé me dejaron recuerdos imborrables. Estuve esperando un tiempo para compartir esta historia con ustedes y que no se queden si las ganas de conocer este fascinante lugar.
¡Imaginen viajar en el tiempo y sumergirse en la tranquilidad de estas islas! En mi recorrido por los principales atractivos de Chiloé, descubrí sus emblemáticas iglesias de madera, auténticas joyas que te teletransportan a otras épocas, declaradas Patrimonio de la UNESCO. ¡Un verdadero espectáculo!
Aunque eso no es todo, porque en Chiloé también se disfruta de su exquisita gastronomía. Sus platos de mariscos y salmón son simplemente espectaculares. ¡No pueden perderse la oportunidad de degustar estas delicias!
Permítanme compartirles mi itinerario de dos días en Chiloé:
Día 1
Se puede llegar a Chiloé tomando un autobús hasta la ciudad de Puerto Montt, seguido de un viaje en ferry o en otro autobús a través del canal de Chacao. El clima en Chiloé es famoso por su impredecibilidad, y lo experimentamos de primera mano con cambios rápidos y constantes.
La primera parada fue en Ancud, donde logré enterarme de una fiesta en la playa con platos típicos de la isla. Así que, después de explorar unas cuantas horas la ciudad, me fui directo al evento. Aunque tuve la grandiosa fortuna de avistar unos pocos pingüinos a pesar del fuerte viento, se notó que toda la gente disfrutó de lo mejor de Chiloé: ¡sus mariscos! La fiesta estaba llena de personas y fue sorprendente la organización para pagar y recoger cada plato.
Probamos mejillones rellenos con chorizo y queso, una deliciosa sopa marinera llena de mariscos y el famoso curanto al hoyo, una mezcla de mariscos, chorizo y papas. ¡Todo estaba delicioso!
Día 2
Logré explorar el Parque Nacional de Chiloé con sus diversos senderos. Comencé por el sendero “El Tepual”, pero una fuerte lluvia nos sorprendió y nos obligó a regresar. Sin embargo, antes de la lluvia inesperada, si se pudo recorrer por un tiempo limitado los senderos fáciles del parque.
El sendero de la playa te lleva a través de hermosos paisajes y ofrece vistas impresionantes desde un mirador. ¡Hasta hay vacas en la playa!
También seguimos un sendero circular a través de un frondoso bosque pluvial. Fue fascinante ver la vegetación única de esta parte de la isla.
Estos dos días en Chiloé fueron rápidos e inolvidables. Son de esos destinos que nunca se te olvidarán y se quedan en el corazón, llenos de aventuras y sabores deliciosos. Cualquiera que se adentre en estas tierras chilenas debe al menos darse una escapada, ojalá con más tiempo para conocer más de lo que yo conocí, ¡no se van a arrepentir!
Fuente: Houdinis