Que somos fanáticas de la cosmética natural es de sobra conocido. Siempre hemos defendido la utilización de productos naturales y poderosos, de los que se usan desde tiempos ancestrales y que cuentan con propiedades maravillosas para que nuestra piel y nuestro organismo se mantenga sano y bonito. Creemos en la anciana de la tribu que buscaba, en los bosques cercanos, plantas con las que elaborar remedios para curar y creemos en el poder rotundo de estas plantas.
Son muchas las plantas con propiedades beneficiosas para nuestro organismo y para nuestra piel. El árbol de té nos ayuda a combatir hongos y bacterías (y lo tenemos hemos metido en muchos champús infantiles para evitar los piojos). El aloe vera vale para aliviar quemaduras, irritaciones o dermatitis. La camomila es calmante y da un brillo al pelo estupendo. El hinojo te vendrá genial para los trastornos intestinales. El romero lucha contra la caspa. La rosa mosqueta es un maravilloso cicatrizante. La avena es la solución para las irritaciones por su efecto calmante. La lavanda es antiséptica y antifúngica… Pero este post lo vamos a dedicar al aceite de caléndula.
Para explicarte todas sus estupendas propiedades y sus utilidades le hemos pedido que nos haga un resumen nuestra amiga María Poumar, de Poumar Nutrición. Y esto es lo que nos ha contado…
El aceite de calénduda tiene propiedades calmantes y antiinflamatorias por sus triterpenos y flavonoides. También tiene propiedades antisépticas y de cicatrización y, por eso, se utiliza mucho en dentífricos y tratamientos bucales para aftas así como antifúngica para tratar hongos o lesiones dermatológicas (quemaduras, pie de atleta, candidiasis vaginal). Contiene también flavonoides y estos contribuyen a mejorar la circulación y aliviar los dolores propios de la menstruación aunque para esta misión no se utiliza por sí sola sino como coadyuvante a otros suplementos.
A nivel digestivo facilita la secreción de bilis al tracto digestivo ayudando a mejorar las digestiones y también se utiliza para tratar la gastritis (por su capacidad cicatrizante y calmante), además de tener efectos antieméticos.
Sus propiedades antiinflamatorias y antivirales favorecen la producción de glucoproteínas y colágeno ayudando a tratar también las molestias articulares.
En resumen, el aceite de caléndula (y utilizando la expresión de María) «vale pá tó».
Y después de esta información más científica, vamos a lo práctico: ¿Por qué llevar aceite de caléndula en el bolso o en el neceser?
Porque hidrata en profundidad especialmente la piel seca y agrietada…. y si eres como yo, de las que utiliza la crema de cuerpo en aceite y el cuerpo la absorbe en segundos, es realmente interesante hacerte con tu frasquito de aceite de caléndula.
Porque contribuye a la cicatrización de las heridas… y especialmente si tienes niños pequeñitos, resulta una tranquilidad saber que estás preparada en caso de bofetón desde lo alto del columpio.
Porque ayuda a eliminar el acné… y si tus muchachos son adolescentes, vas a tener que comprar más de un frasco para que la piel se les mejore.
Porque contribuye al rejuvenecimiento de la piel… y es que resulta eficaz contra las arrugas (y esa es una lucha en la que nos encontramos todos los adultos).
Porque es eficaz contra los sabañones… y este tema lo convierte en un artículo también para el frío.
Porque es útil contra las picaduras de insectos… y así será de lo más demandado en estas vacaciones porque, no sé los tuyos, pero nuestros hijos no pueden soportar los picores de un pequeño grano, cuánto más cuando son varios.
Porque tiene efectos antiinflamatorios y mejora cualquier golpe o torcerdura… y así estás preparada para caídas de bicis, tobillos torcidos de ruta senderista y muchos más episodios así.
Porque nos deja el cabello hidratado y nutrido… y esto lo convierte en un «must» y más en verano que el pelo se puede quedar como la paja.
Porque es el tratamiento ideal para la dermatitis del pañal… y así no oirás un llanto y tu bebé estará a gusto, feliz y dormirá del tirón (si no lo hace, descarta el culete jajajajjajaja).
Porque resulta el aceite perfecto para un buen masaje… ya que tiene un olor maravilloso y deja la piel como nueva.
Weleda es una buena elección para buscar tu aceite de caléndula. Se trata de una empresa de cosmética elaborada con materias primas de origen natural al 100%. Cuenta con más de 100 años de buen hacer.
Por último, conozcamos algo más a la protagonista de tantas propiedades maravillosas. La caléndula es una bonita planta de jardín. Originaria del Mediterráneo y de Asia Menor, no nace salvaje sino cultivada y da unas vistosas flores naranjas o amarillas, tipo margaritas… Su nombre científico proviene de las calendas, el nombre dado por los latinos al primer día del mes porque este tiempo se equipara a su floración.
Ahora sabemos que, además de bonitas y decorativas, las caléndulas son uno de esos tesoros que nos regala la naturaleza para nuestro bienestar y belleza.