¡Amigos y amigas! ¿Están listos para embarcarse en una aventura llena de sabores y destilados en la hermosa Moquegua? Mi experiencia personal recorriendo la Ruta del Pisco y Vino en esta región sureña de Perú, no solo tiene mucha carretera y acceso a algunas de las bodegas, sino mucho aprendizaje y el privilegio de probar los mejores vinos que pueden existir a kilómetros de distancia.
Desde el momento en que llegué a Moquegua, supe que estaba en el lugar perfecto para los amantes del pisco y el vino. Las bodegas más exclusivas de la zona estaban listas para recibirme, y no podía esperar para degustar sus productos directamente de los productores y fabricantes. ¡Mi paladar estaba emocionado!
Comencé mi recorrido en la Bodega Biondi, una bodega con una larga tradición familiar que se remonta a los años 70. El dueño, César Biondi, me recibió con entusiasmo y compartió conmigo la historia de la bodega mientras disfrutábamos de una copa de su exquisito pisco. Los premios y reconocimientos que han recibido a lo largo de los años son un testimonio de su dedicación y pasión por el arte de destilar. ¡Realmente fue un lujo para mi paladar!
Luego, me dirigí a la Bodega Atencio, conocida por su vino seco Tinajas. Fui recibido por una familia de viticultores apasionados que me llevaron en un recorrido por sus viñedos y me mostraron el proceso de elaboración de sus vinos y piscos. Cada copa que probaba era una explosión de sabores, y no pude resistirme a llevar a casa algunas botellas de sus vinos tintos y piscos semisecos. ¡Qué delicia!
Pero lo más intrigante fue mi visita a la Bodega “El Mocho”. ¿El nombre curioso te llama la atención? A mí también. Esta bodega, con su peculiar historia de vacas mochas, me recibió con los brazos abiertos y una copa de su reconocido pisco Quebranta. José Antonio Salas, representante de la bodega, compartió conmigo la pasión que impulsa su negocio familiar y me sorprendió con la variedad y calidad de sus piscos. ¡Fue una experiencia verdaderamente única!
Para completar mi recorrido, no podía dejar de visitar la famosa Bodega Rayito del Sol. Me sumergí en un mundo de macerados de frutas, cremas de pisco y una variedad de vinos y piscos que despertaron todos mis sentidos. Cada sorbo era una explosión de sabores y aromas que me transportaban a los hermosos viñedos de Moquegua. ¡Una verdadera fiesta en mi paladar!
Mi viaje por la Ruta del Pisco y Vino en Moquegua fue una experiencia que jamás olvidaré. Con cada copa que probaba, me adentraba más en la historia y la pasión de los productores locales. Descubrí que Moquegua no solo es famosa por sus paisajes impresionantes, sino también por sus destilados de calidad y su hospitalidad única.
Así que, si eres un amante del pisco y el vino, te invito a que te sumerjas en esta ruta llena de sabor y diversión en Moquegua. Descubre las historias detrás de cada bodega, disfruta de sus exquisitos productos y brinda por la tradición y la calidad moqueguana. ¡Salud!
Fuente: Houdinis