El techo de deuda es un elemento de suma importancia en la gestión de la política fiscal de los países, siendo un límite máximo establecido por el gobierno para regular el endeudamiento público. Con el propósito de financiar sus gastos y programas, los gobiernos se encuentran ante la encrucijada de definir y gestionar adecuadamente este techo de deuda.
El objetivo original del límite de deuda era obligar a los legisladores a ser fiscalmente disciplinados, aumentando impuestos o restringiendo el gasto gubernamental, lo suficiente como para mantener los déficits del gobierno bajo control y su carga de deuda baja y estable.
Y estos días las miradas están pendientes sobre la decisión del techo de deuda de Estados Unidos. Y es que si no se incrementa el país entraría en impago. Para ponernos en antecedentes, el límite de endeudamiento de Estados Unidos ha sido alcanzado el 19 de enero, lo que ha desencadenado la búsqueda de soluciones para evitar escenarios de bancarrota o necesidad de rescate. Por ahora, el Tesoro está utilizando «medidas extraordinarias» para obtener el dinero adicional necesario para pagar sus facturas.
En caso de no llegar a un acuerdo entre los partidos demócrata y republicano antes del 1 de junio, el país se enfrentará a una situación crítica, la llamada «fecha X».
Aunque históricamente se ha logrado llegar a acuerdos de último momento -desde 1960, el Congreso ha actuado 78 veces por separado para aumentar permanentemente, extender temporalmente o revisar la definición del límite de deuda- la intensa división actual entre los dos partidos genera dudas sobre la superación de esta coyuntura. De hecho, es tal la situación que se ha llegado a un punto desesperado, incluso el propio Tesoro de Estados Unidos ha catalogado el momento como «catastrófico».
El techo de deuda ha fallado en sus objetivos, ya que se ha convertido en un obstáculo altamente disruptivo en el proceso fiscal, generando una lucha política improductiva que ha causado nerviosismo en los mercados financieros, empresas y hogares.
A menos que el límite de deuda sea aumentado, suspendido o eliminado para entonces, alguien no recibirá un pago de manera oportuna. El gobierno de Estados Unidos incumplirá sus obligaciones. Un incumplimiento ocurre cuando el Tesoro no cumple en su totalidad o a tiempo con alguna de sus obligaciones, ya sea hacia los tenedores de bonos, beneficiarios del Seguro Social u otros.
El mercado a la espera
Las consecuencias serían funestas para la primera economía mundial por tratarse de la primera economía y sus socios comerciales. Esto podría causar una crisis económica grave, con impactos en el empleo, los mercados financieros y la capacidad de las empresas y hogares para obtener préstamos.
El impago de la deuda por parte del gobierno estadounidense podría tener un impacto negativo en la calificación crediticia del país. Y una disminución en la calificación crediticia podría llevar a un aumento en los tipos de interés y a una disminución en la demanda de bonos del Tesoro estadounidense, lo que podría afectar negativamente al sistema financiero global.
Un dato curioso a tener en cuenta es que las rentabilidades de los bonos del Tesoro con fechas de vencimiento alrededor de la «fecha X» han aumentado considerablemente, lo que aumenta directamente el coste de endeudamiento para el gobierno y, por lo tanto, el coste para los contribuyentes.
El escenario vislumbrado por la Oficina de Presupuesto del Congreso y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, así como por investigadores externos, señalan que el mercado de valores caería un 45%, lo que afectaría las cuentas de jubilación. La confianza de los consumidores y las empresas también se vería afectada, lo que provocaría una disminución en el consumo y la inversión. El desempleo aumentaría en un 5% debido a la reducción del consumo y los despidos empresariales.
En jaque el dólar estadounidense como reserva mundial
La idea de que el gobierno de Estados Unidos es solvente y paga sus facturas a tiempo es fundamental para la economía estadounidense y el sistema financiero global. Alexander Hamilton, el primer secretario del Tesoro de la nación, estableció este principio en la fundación del país cuando acordó pagar a los inversores de bonos de la Guerra Revolucionaria el 100% de su valor nominal, incluso cuando los bonos se negociaban a centavos en el dólar, ya que pocos creían que el nuevo gobierno estadounidense cumpliría con sus deudas.
Cuando el gobierno cumplió su promesa, se estableció la sólida reputación crediticia de Estados Unidos, asegurando que seamos un refugio seguro a nivel mundial. La acción de Hamilton demostró que, incluso en tiempos difíciles, el capital fluye, manteniendo los tipos de interés bajos y allanando el camino para que el dólar estadounidense se convierta en la moneda de reserva de la economía global. Los beneficios económicos a lo largo de las generaciones son incalculables. Los legisladores deben poner fin rápidamente a sus disputas sobre el límite de deuda para que las futuras generaciones puedan disfrutar de los mismos beneficios.
Los expertos advierten que la solvencia de los valores del Tesoro estadounidense ha sido un factor importante en la demanda del dólar como moneda de reserva mundial, y cualquier falta de confianza en la economía estadounidense podría llevar a los inversores a vender sus bonos del Tesoro, debilitando así al dólar.
Como más de la mitad de las reservas de moneda extranjera del mundo se mantienen en dólares estadounidenses, una disminución repentina en su valor podría afectar al mercado de bonos del Tesoro y amenazar con llevar a algunas economías emergentes a una crisis de deuda.
La depreciación del dólar podría beneficiar a los exportadores estadounidenses al aumentar la demanda extranjera de sus productos, aunque también podrían soportar mayores costes de endeudamiento debido al aumento de las tasas de interés. Además, la inestabilidad del dólar podría beneficiar a países como China, que ha buscado posicionar su renminbi como una reserva global, aunque actualmente representa menos del 3% de las reservas extranjeras asignadas en el mundo.
Fuente: El Blog Salmón