Hay muchas formas de hacer las cosas sencillas, pero solo cuando se hacen perfectas, la emoción de lo conocido llevado a la excelencia es lo puto más.
Huevos fritos con puntilla perfecta y limpios de grasa, yema cremosa y restallante de sabor, y una morcilla de Burgos frita soberbia, solo arroz y sangre, sin tropezones de grasa…
Los mejores huevos fritos con morcilla de mis ya 40 años!!!
Dabiz Muñoz
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