Región de Murcia, naturalmente – Houdinis

En esos días en los que el asfalto brilla más que nunca y entrar en un coche recalentado a las 3 de la tarde supone un viaje sin escalas al mismo infierno, una brisa del sur nos acaricia como el recuerdo de otra vida. Sí, a uno le gusta bajarse a la Región de Murcia cuando los pulmones piden una tregua y los ojos una paleta cromática rosa, verde, azul, naranja sunset, tantos colores. La cuestión es saber por dónde empezar cuando hablamos de una naturaleza murciana donde los cultivos de verduras y cítricos son tan solo la excusa (y el mejor spoiler de una oferta gastronómica única a la hora de reponer fuerzas).

Playa de Calblanque en Cartagena
Playa de Calblanque en Cartagena

Podríamos empezar siguiendo el Cañón del Estrecho de la Arboleja, en el pueblo de Aledo. Un lugar digno de cuento levantino donde las curvas prometen la entrada en un mundo nuevo. En la piedra caliza se lee el mapa de tantas maravillas naturales como un Valle de Ricote hinchado de historias entre palmeras errantes y antiguas construcciones árabes. Y dar un brinco desde el Salto del Usero, en la localidad enológica de Bullas, donde su cascada supera el potencial de cualquier fondo de pantalla zen. La Unesco no podía estar equivocada cuando nombró Patrimonio Natural al conjunto de Arte Rupestre del Arco Mediterráneo España, cuya porción murciana la encontramos en el Monte Arabí, en el municipio de Yecla. Paleolítico y Edad de Bronce, adiós 2022, que el viaje nos lleva hasta el Parque Regional de Sierra Espuña, el primer espacio natural protegido de la Región de Murcia a descubrir en bicicleta a través de una infinidad de rutas.

Ciclismo en Sierra Espuña
Ciclismo en Sierra Espuña

¿Sientes eso? Es la llamada de una Costa Cálida que atrajo a fenicios, berberiscos y culturas de todo pelaje e intenciones. En San Pedro del Pinatar hay colores que no sabías que existían, con sus colonias de flamencos y piscinas de salinas formando una acuarela natural única. No todos los horizontes abarcan dos mares – el Mar Mediterráneo y el Mar Menor-, ni una naturaleza tan rica en cañaverales, pinos, playas como El Mojón o unos baños de lodo que nos reconectan con el lado saludable de la vida. Sigue la línea de puntos, atraviesa La Manga del Mar Menor y estrena las gafas haciendo snorkel en Cabo de Palos (Cartagena).

Snorkel en Cabo de Palos - Cartagena
Snorkel en Cabo de Palos – Cartagena

La marea te arrastra, este paraíso es nuevo: el Parque Regional de Calblanque, en Cartagena, es una tierra amable de bosquecillos donde solo se escucha el sonido de la naturaleza, que señalan el camino hacia playas donde encontrarás surf, tortugas bobas y entornos naturistas de ensueño. La costa se vuelve más agreste, un cortijo allá en lo alto, nube de buganvilla, tantos girasoles y una carretera a la que se asoman tantas ventanas azules como secretos aguardan en la primera línea de playa de la Bahía de Mazarrón.

Esto no es un planeta de Star Wars, pero casi, aunque sigues dudando frente a las Gredas de Bolnuevo. Este conjunto geológico formado por el agua y el viento ha sido testigo de eventos marianos y se moja cada verano de las lágrimas de San Lorenzo. Allá al fondo aguarda la zona de Águilas, o la promesa de zambullirse en playas de tantos azules como posibilidades. Y entrar en una gruta, tender el paraviento. Aquí me quedo, Región de Murcia


Fuente: Houdinis

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