Todos los caminos llevan a Cantabria

Vivimos en un mundo donde solemos viajar como usuarios, números y códigos de confirmación. Otras veces lo hacemos como turistas acelerados, entre aviones y abecés de sitios recomendados. Y unas pocas, como caminantes a través de destinos donde apreciar la transición del entorno (y la nuestra propia). 

Picos de Europa
Picos de Europa

En un año en el que buscamos viajar más que nunca pero, ante todo, reconectar con el medio y la naturaleza, Cantabria te lo pone fácil. Especialmente cuando hablamos de la única región del mundo que cuenta con dos caminos de peregrinación Patrimonio de la Unesco como son el Camino Lebaniego y el Camino de Santiago Norte.

Camino Lebaniego

El destino del Camino Lebaniego es el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, icono que durante la Edad Media ya registraba la afluencia de cientos de peregrinos con motivo de la llegada del Lignum Crucis, un fragmento de madera “de la cruz” que convirtió a Santo Toribio es uno de los lugares de peregrinación cristiana más importantes del mundo junto con Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela. Los astros lo sabían, incluso tu baraja del tarot, pero ya te lo susurra el norte: 2023 y 2024 se enmarcan dentro del Año Jubilar Lebaniego y a partir del 16 de abril comienza el viaje por una Cantabria que se lee con los pies y se siente con los cinco sentidos. 

Iglesia de Santa María de Lebeña
Iglesia de Santa María de Lebeña

El mar entona una canción a lo largo de la costa, como si todos los elementos se pusieran de acuerdo. Sientes la brisa en la cara, tan llena de mensajes, de liberación. Y caminas por los secretos de Cantabria, o quizás del mundo: te lo dicen los elefantes y leopardos del Parque de Cabárceno, el cielo atemporal y las playas de ensueño donde, a lo lejos, se atisban lo que parecen colas de sirena. Los Picos de Europa no dejan de vigilarte en ningún momento cuando partes de San Vicente de la Barquera y te sumerges en un paisaje de tantos azules y verdes. Un saludo, una reflexión, ¿qué te cuentan los robles? La carretera te dirige a una encrucijada que se resuelve en Muñorrodero, donde los peregrinos deben elegir: ¿irás a Santiago o Santo Toribio de Liébana? ¿Flecha amarilla o roja? Ni Pocahontas en su barca decidiendo entre dos ríos. 

Playa de San Vicente de la Barquera
Playa de San Vicente de la Barquera

Si continúas hacia tu destino lebaniego, en Cabanzón descubrirás su torre medieval, y en Cades podrás contar estrellas desde tu albergue. Guardar un pedacito de constelación en el bolsillo antes de alcanzar el mirador de Santa Catalina, icono que evoca las antiguas criaturas mitológicas encaramadas en esta balconada con vistas a los Picos de Europa y parte del Desfiladero de la Hermida. Tras 50 km de camino, ya sientes que dejaste de ser usuario o número, esto es otra cosa. 

Potes
Potes. Cantabria

Joyas de arte prerrománico en Lebeña y queserías en Cabañes, un nuevo hogar en Potes. Este mítico pueblo de Cantabria abriga con sus casas blasonadas, pero aún más con el orujo y sus platos de cocido lebaniego. No pensaste que llegarías tan pronto, pero es que algunos caminos invitan a pisar y a veces flotar. El Monasterio de Santo Toribio aguarda como una nueva recompensa. 

Monasterio de Santo Toribio de Liébana
Monasterio de Santo Toribio de Liébana

Y se derrama una lágrima, ya formas parte de la historia. Porque lo importante era el camino, también el destino pero, sobre todo, las huellas. 


Fuente: Houdinis

Compartir
Scroll al inicio