El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este martes 31 de enero en el Senado para explicar las medidas adoptadas por el Gobierno para combatir contra las consecuencias fatídicas de la Guerra de Ucrania. La nota más destacable ha sido el anuncio de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en un 8%, lo que se traduce en que alcanzará los 1.080 euros mensuales, en 14 pagas, con carácter retroactivo desde el 1 de enero.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, se ha mostrado satisfecha a través de las redes sociales tras el acuerdo alcanzado en la reunión mantenida con los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y de CC.OO, Unai Sordo. El gran ausente de la misma ha sido Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, que se negó a sentarse en la mesa de negociación al no estar de acuerdo con las líneas de actuación de Díaz.
La ausencia de la patronal CEOE se debe a que no han recibido una propuesta formal por parte del Ejecutivo Central. Además apuntan que el origen de la negociación era buscar un acuerdo en una horquilla entre los 46 y los 82 euros más al mes, es decir, el 4,6% y el 8,2%, respectivamente. Pero según Garamendi se ha respaldado la propuesta al alza de los sindicatos y no la de la patronal que apostaba por un incremento del 4% con condiciones. También pretendían modificar la ley para indexar los contratos públicos al aumento y una rebaja de cotizaciones del 20% en el sector agrario y de empleadas del hogar.
Sánchez ha acusado de la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores al sector privado, que afirma que paga bonus millonarios a sus ejecutivos pero que no sube ni un céntimo el salario de sus empleados. En su discurso quiso poner un ejemplo práctico: “Si una empresa gana 700 millones de euros, ¿por qué destina parte de esa ganancia solo a unos pocos, como el consejero delegado, los consejos de administración el director financiero y no a los dependientes, administrativos y reponedores?” Para él, estos empelados poseen un gran mérito en el éxito empresarial.
La subida del SMI beneficiará a dos millones y medio de personas, con más incidencia en mujeres, jóvenes con contrato temporal y los sectores agrarios y de servicios. Por consiguiente, el presidente se muestra satisfecho al conseguir su compromiso inicial de legislatura de situar el SMI en el 60% del salario medio de España. Además señala que es el segundo país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que más lo ha subido, pasando del 36% del inicio de su mandato (735 euros) hasta los 1.080 euros mensuales de ahora.
La subida del 47% del SMI en los últimos cinco años
Con esta última subida de 80 euros, desde la llegada de Sánchez a la Moncloa hace ya un lustro se ha logrado incrementar el SMI en un 47%, es decir, en 344 euros. De este modo, durante este ciclo, España se ha convertido en el gran país europeo que más ha subido este indicador salarial. La decisión del presidente ha contado con el apoyo del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, aunque matizó que debería estar dentro de un pacto de rentas nacional que también beneficiase a las clases medias y bajas.
Hay que tener en cuenta que, desde 2017, el SMI ha subido un 52% desde 707 euros a 1.080 euros y que esto repercute directamente en el consumo, el cual ha descendido notablemente debido a la elevada inflación actual. Sin ir más lejos, en 2018 el SMI era de 735,9 euros.
En contrapartida, esta subida del SMI por encima del cierre de la inflación de 2022 (5,7%) supondrá a los empresarios una inversión de 1.547 euros más al año por trabajador. De igual manera, se traduce en una variación en la cotización a la Seguridad Social de los empleados de 4.396 euros al año hasta los 4.823 euros.
La aplicación de los fondos europeos
La aplicación de los fondos europeos, que llegan a un ritmo de 2.000 millones de euros al mes, ha conseguido dar amparo a más de 150.000 empresas y casi 6.000 de los 8.000 municipios de España, de tal modo que, en palabras de Sánchez, se está pudiendo invertir en sectores como la agricultura ecológica, el turismo sostenible, los semiconductores o la industria digital. De hecho, el empleo en estas áreas ha aumentado de la mano de la productividad en un 7%. Es el camino hacia la modernización del tejido productivo del país.
Mejora de las condiciones laborales y de los servicios básicos
El jefe del Ejecutivo ha defendido que las nuevas leyes y estatutos han mejorado las condiciones y reforzado el poder de negociación de numerosos colectivos para que vean incrementados sus salarios. Asegura que el objetivo es que las empresas aumenten su productividad y beneficios para que puedan llegar a pagar mejor a sus empleados.
Ahora el Gobierno se marca como objetivo mejorar los servicios básicoscomo la sanidad y la educación, acusando a los entes privados de promover la transformación de estos derechos en mercancías. Por todo ello, se apuesta desde Moncloa por aumentar el gasto social en un 35%, superando los 266.000 millones de euros de inversión durante este año.
La lucha contra la inflación
El presidente afirmó en su comparecencia la movilización de 45.000 millones de eurospara proteger a las clases medias y trabajadoras, los autónomos, las industrias y las pymes. Esto es posible mediante la intervención del mercado de la energía y de la vivienda, con ayudas directas a hogares y empresas, mediante la rebaja del IVA o con descuentos y gratuidad en los transportes públicos.
El objetivo del Gobierno es que los trabajadores vuelvan a los niveles de poder adquisitivo que registraron en los años 80, garantizando el porvenir de las nuevas generaciones.
Fuente: El Blog Salmón