Trabajó en consultoría y estudió diseño, pero volvió a Sanlúcar de Barrameda para evitar que muriese una forma de cultivar. En cuatro años, Rafael Monge ha conseguido que sus patatas, guisantes y acelgas de navazo se sirvan en algunos de los mejores restaurantes.
La vida de Rafael Monge está atravesada por un navazo, un tipo de huerto que se forma en los arenales cercanos a la playa. Sus antepasados se dedicaron a su explotación, él casi se muere en uno y hoy le dan la vida los productos gourmet que cultiva en ellos con agua salada. “En Sanlúcar de Barrameda han sido muy importantes a lo largo de la historia. Hay registros escritos de su existencia desde el siglo XVI, aunque popularmente se cree que son herencia de los árabes. Ahora están en peligro de extinción y mucha gente de aquí ni siquiera sabe lo que son”, se lamenta Monge.
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