Concluyen las obras de restauración del Arco de la Macarena que comenzaron en agosto del pasado año. Los trabajos, dirigidos a mejorar el estado de conservación de este elemento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y garantizar su perfecta conservación, han incluido todos los tratamientos específicos necesarios para devolverlo a un perfecto estado de mantenimiento, así como la recuperación de los pináculos de remate y la consolidación e impermeabilización de la cubierta. La operación ha supuesto también la limpieza de las columnas de piedra, la restauración de las policromías de las cornisas, la sustitución de todas las piezas deterioradas, la reparación de las fisuras y la reposición de todas las faltas.
La intervención realizada en el Arco de la Macarena ha permitido descubrir elementos pertenecientes a distintas épocas de esta antigua puerta de la muralla de Sevilla que permanecían ocultos, desde muestras del almenado de la puerta medieval hasta elementos decorativos del siglo XVIII, como policromías y esgrafiados en tono ocre, rojo, almagro y negro. Todos estos testigos, que ayudan a conocer en mayor profundidad las etapas históricas de este monumento, han sido recuperados e integrados en la medida de lo posible en el proyecto de restauración realizado, lo que ha hecho necesario la tramitación de un proyecto modificado.
Uno de los hallazgos más notables ha sido el de una antigua cámara del cuerpo de guardia de la muralla hallada en el interior izquierdo del Arco, donde se mantienen intactos los elementos que servían a los guardias para hacer más cómoda su estancia, tales como un pequeño hogar que haría las veces de cocina, un banco corrido de piedra para el descanso, restos cerámicos, ganchos para colgar utensilios y hasta restos de animales.
Como resultado de estos trabajos de restauración, el Arco de la Macarena, además de consolidarse y rehabilitarse, ha recuperado sus colores originales. Esencialmente, en el grueso del monumento domina ahora el color ocre, en tanto que el almagro está presente en cornisas y molduras.
Fuente: Diario de Sevilla