Jueves, 6. Octubre 2022, 19:00
Ponente Jesús Ruiz Fernández, doctor, catedrático, autor de la novela “El manuscrito de El Escorial” (ed. Onuba, 2019).
“Esta segunda conferencia versará sobre los misterios que envuelven el monasterio de El Escorial, al que se llega por el impresionante puente herreriano, que, aunque pertenece a Galapagar
Sinopsis
Segunda conferencia, continuación de la del 22 de septiembre, “Un emperador pernocta 36 años en Torrelodones”, sobre el Torrelodones de Felipe II y su relación con El Escorial.
El ponente se centrará en los muchos misterios que envuelven la fábrica escurialense, pero siempre relacionados con Torrelodones: El puente herreriano, que, aunque pertenezca a Galapagar, está mucho más cerca de nuestro pueblo, luce en ambos frontales el emblema de la parrilla, lo que nos dará oportunidad de meditar sobre este símbolo de El Escorial y, por tanto, del imperio español. Su significado no se reduce a la mera casualidad de que la victoria de San Quintín se produjera un 10 de agosto, sino que refleja la mentalidad del César Católico, su concepción de la vida (en definitiva, la de Nuestro Siglo de Oro), revelando que El Escorial es un monumento ético.
Ligados al misterio de la parrilla se hallan otros, como la enigmática desviación del Monasterio doce grados al nordeste, así como el hecho de que los jerónimos practicaran con intensidad el Oficio Divino, con sus cantos de alabanzas a Dios, sobre aquel paraje que, antes de construirse El Escorial, popularmente se conocía como Boca del infierno. Asimismo, la práctica de la alquimia (la transformación de los metales en oro), que, se sabe, se ejercía en la torre de la Botica. Sin olvidar que también se creía en una alquimia interior, una transformación espiritual a base de fuego, como San Lorenzo en la parrilla.
Sin embargo, el mayor enigma de todos es por qué se escogió ese emplazamiento al pie de las Machotas para construir la “Octava maravilla del mundo”. Elección que tiene todo que ver con Torrelodones, puesto que se halla a la mágica distancia de las cinco leguas, que era la que se solía recorrer cada jornada en los viajes. Se hablará de las supuestas fuerzas telúricas que los radiestesistas aseguran captar de manera descomunal en aquel lugar. Del arcano de que se eligiera este, nacieron los mesones y, por tanto, Torrelodones.
Fuente: Ayuntamiento de Torrelodones