El Museo de Arte Contemporáneo arrancó su andadura en 2001 en el antiguo cuartel del siglo XVII, hoy reconvertido en uno de los principales focos culturales de Madrid
Alberga las colecciones de arte contemporáneo que ha ido recopilando el Ayuntamiento desde 1980
Suma a su exposición permanente muestras temporales que lo convierten en un espacio cultural vivo
¿Qué tiene que ver el siglo XVII con lo actual? En una ciudad de larga historia, pero con una gran proyección de futuro como es Madrid, puede existir esta relación. La vemos en el Museo de Arte Contemporáneo, uno de los benjamines de la red de museos municipales, que tiene como sede el acuartelamiento diseñado en la época barroca por Pedro de Ribera. Este espacio ha contribuido a convertir el antaño recinto militar en uno de los principales focos culturales de la ciudad.
El Museo se inauguró en noviembre de 2001 con dos objetivos fundamentales: la creación de un foro permanente en el contexto de un centro como el de Conde Duque, abierto a un intenso programa cultural y de exposiciones, y como complemento de los otros museos y colecciones de arte contemporáneo en Madrid.
Su colección está formada fundamentalmente por pintura y obra gráfica, aunque también están representadas la escultura, la fotografía, el dibujo, el vídeo – arte y la instalación.
En ella, encontramos representantes de vanguardias históricas, con artistas como Francisco Bores, Benjamín Palencia, Maruja Mallo, José Caballero, Daniel Vázquez Díaz e Hipólito Hidalgo de Caviedes. También nuevos creadores como Alejandro Corujeira, Alberto Reguera, Xavier Grau o Amaya Bozal. No faltan creadores vinculados al realismo como Amalia Avia, Isabel Quintanilla, Daniel Quintero, José Manuel Ballester, Félix de la Concha o Menéndez Morán. Y, todo ello, sin olvidar a la Nueva figuración y abstracción de los 80, con referentes como Eduardo Arroyo, Juan Genovés, Alfonso Fraile, Juan Navarro Baldeweg y Eduardo Úrculo.
Este patrimonio se ha reforzado con veintiuna nuevas obras, adquiridas el año pasado, de autores como Adolfo Schlosser, Mónica Mays, Mateo Maté, María Ruido o Leticia Felgueroso.
Mención aparte merece el Legado Caneja, un conjunto significativo de paisajes de los años 70 y 80 de la comarca castellana de Tierra de Campos, obra de Juan Manuel Díaz Caneja.
También puede contemplarse en este museo una cámara de maravillas, como es el Despacho de Ramón Gómez de la Serna, el prolífico escritor vanguardista madrileño.
A estos fondos permanentes se suman las exposiciones temporales que periódicamente alberga este Museo, que lo consolidan como un espacio cultural en constante evolución. Actualmente, hasta junio del año que viene, puede contemplarse la exposición La Distancia entre A y B es la misma que entre B y A. Esta muestra pone en diálogo la Colección del Museo con los de la con la Colección Mariano Yera.
“Esta muestra habla de cómo la imaginación crea el mundo y cómo el mundo cobra sentido cuando lo interpretamos. Nadie trabaja tanto en ello como los artistas, así que este camino de ida y vuelta entre A y B y entre B y A es, también, un homenaje a ellos”, explica la comisaria de esta muestra, Bea Espejo.
El Museo de Arte Contemporáneo de Madrid abre de martes a viernes, de 10 a 14 horas y de 15 a 21 horas; los sábados, de 10 a 14 horas y de 17:30 a 21 horas; y los domingos y festivos, de 10:30 a 14:30 horas. Las horas de cierre se adelantan una hora en la temporada de verano, del 15 de junio al 15 de septiembre. Cierra los lunes y los festivos de 1 y 6 de enero, 1 de mayo y 24, 25 y 31 de diciembre.
La entrada es gratis, lo que convierte a este espacio en una opción para conocer el arte contemporáneo, abierta a cualquier público.