Lola Flores precediendo a Yul Brynner y una botella de champagne. Marilyn Monroe burbujeante convertida en un refresco de cola. Marlon Brandon enfundado una camiseta agujereada de una marca de cigarrillos, vigilando al resto con mirada seria. Son imágenes que formaron parte de la noche madrileña de finales de los setenta y primeros ochenta. No porque los protagonistas se pasearan juntos por los garitos de la capital, sino porque hubo un local que reunió una impresionante colección de retratos pop de todos esos y de alguno más, gracias al talento de Costus.