La Sala Atín Aya inaugura una exposición de la reconocida fotógrafa Gloria Rodríguez, cuyos retratos e instantáneas de viajes ilustran los principales medios nacionales e internacionales

La muestra, que podrá visitarse hasta el 19 de febrero en el espacio de la calle Arguijo, propone un interesante recorrido por la obra de la artista a través de 187 obras

La Sala Atín Aya, perteneciente al Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla
(ICAS), inaugura este martes día 20 de diciembre la exposición Gloria
Rodríguez. Fotografía que, comisariada por Ignacio González, reúne un total de
187 obras de la prestigiosa artista (más de 200 imágenes), reconocida
especialmente por sus reportajes de tipo social y de viajes y sus retratos, que
forman parte de la reconocida agencia Getty de Nueva York.
Así, hasta el 19 de febrero de 2023, el espacio de la calle Arguijo propone un
interesante recorrido por la obra de la fotógrafa, afincada en Sevilla, y
colaboradora habitual en medios de prensa nacional e internacional como El
País Semanal, El Dominical, Marie Claire, Elle, Rolling Stone, La Republicca o
Clarín, donde ha publicado algunas destacadas instantáneas. Aquí, por
ejemplo, se pueden ver las que realizó al cantante Silvio o Liza Minelli, junto a
otras de algunos de sus viajes a Londres, San Petersburgo o Castilla La Mancha,
por citar algunos.

En este sentido, como destaca el ensayista, Alejandro Castellote, “Gloría
Rodríguez ha convertido esa necesidad de capturar instantáneas de la vida y
tratar de entender el mundo a través de estos fragmentos, de la que hablaba el
fotógrafo Garry Winogrand, en una profesión”. Y de todas las modalidades que
ha desarrollado en ese campo, la fotografía de viajes es quizá la que más le ha
permitido sintonizar con su deseo de dejarse sorprender por las personas, por
los paisajes, por los momentos mágicos que tienen lugar cuando la luz juega a
construir atmósferas efímeras.
La suya, como resalta el ensayista, “es una mirada educada en el arte, y eso se
transparenta en la cuidada organización interna de sus composiciones y en la
importancia que otorga a las formas y a los signos; al potencial simbólico y
estético que adquieren los objetos más anodinos o las situaciones más
intrascendentes al ser representadas en una fotografía”. Una característica que
separa su trabajo de ese «efecto favela» que generan las imágenes en las redes
sociales y que otorga a sus instantáneas el carácter de lienzos bidimensionales.
Otro aspecto nuclear de su trabajo profesional son los retratos, en los que
siempre emerge la luminosidad vital de los sujetos. Según ella misma afirma,
obtener esa difícil naturalidad en los retratados no le supone un esfuerzo
adicional, pues todos los elementos de la imagen están bajo su control. Lo que
sí es un reto para ella es enfrentar el ingobernable escenario de lo cotidiano,
seleccionar fragmentos que capturen esa luz inasible y efímera que tanto se
asemeja, metafóricamente, a los destellos de las luciérnagas.
En cualquier caso, sus fotografías son difíciles de adscribir a una categoría
determinada porque Rodríguez “no es una contadora de historias sino más
bien una coleccionista de instantes que a menudo comparte su autoría con el

azar, un elemento nutriente de sus imágenes”.

Fuente: Instituto de la Cultura y las Artes – Sevilla

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