Llámalo hospitalidad, o Costa Daurada

Existe un lugar donde encontrar tu segundo hogar, solo que aún no lo sabías. Es un escenario donde los pinos te protegerán a ti y a los tuyos, el mar invita a estrenar la pala y el rastrillo, y la tranquilidad es una filosofía de vida presente durante los doce meses del año. La llaman Costa Daurada y es una extensión de tu propia familia. Hay cámpings  donde sentirse un Robinson Crusoe mediterráneo, playas atemporales y tanta arena como castillos pueden construirse. 

Mirador Punta Prima
Mirador Punta Prima

Pongamos que hablo de Salou, certificado en 2003 como el primer destino de turismo familiar de Cataluña gracias a sus equipamientos y servicios adaptados. Un pequeño paraíso donde los columpios asoman en cada rincón, las fuentes nos convierten de nuevo en peques jugando entre los chorros y la felicidad es un paseo en bicicleta entre las palmeras. Lo de destino familiar lo detectas al llegar a muchos restaurantes y ver que, efectivamente, ofrecen sillitas y tronas en sus espacios para facilitarte la vida. ‘Descubre Salou’ es una recomendación y también el nombre de un juego que consiste en  pintar y colorear los principales símbolos de la ciudad. Y no olvides que aquí está Port Aventura, ¡Ah! ¿Ahora quién es adulto y quién niño?

Platja de la LLosa
Platja de la LLosa

Cambrils bien lo sabe. Lo confirman sus playas prístinas, las aguas tranquilas y poco profundas, o los espacios con actividades de animación con monitores. Podréis pasear por el Parc Samà, entre pavos reales y atardeceres comiendo helado y marcaros una canasta en la Playa Prat d’en Forès i Regueral. Levantar la mirada hacia las esculturas de El Pla de les Serenes y pintar de luz la noche desde El Faro Rojo. Además, si os acercáis a Vila Seca (10 km) os espera Ferrari Land, un parque de atracciones donde el “el red force” y su simulador de F1 os harán gritar de emoción al unísono. Para cuando se ponga el sol y volváis a Cambrils, descubriréis que  sus paseos marítimos siempre regalan una nueva historia, una risa a cuatro, una fotografía con marco que recordaréis toda la vida.

Platja de Llevant. Salou.
Platja de Llevant

¿Hablamos de La Pineda? Ese lugar donde el agua transparente se funde con la arena y el sol para regalar espacios únicos para toda la familia: puedes empezara por una pequeña ruta urbana por el Paseo de Pau Casals, su brisa marina y alcanzar el Pinar de Perruquet, uno de los últimos pinares intactos de toda la costa mediterránea. ¿Hacemos una pausa en esa terraza? Mejor con fuet, fideos rossos o suquets de pescado, que la Costa Daurada es símbolo de tradición y el mar se saborea de tantas formas como acompañamientos. Eso sí, no te olvides de los panellets, dulces típicos que querréis elaborar en casa a la vuelta. 

Castell de Vila-seca
Castell de Vila-seca

Hay un castillo que siempre recordaréis, camuflado entre los pinos o construido en la arena. Un hotel con vistas donde podríais quedaros el resto de vuestra vida y una costa que siempre sonríe a todas las familias. Y es que existen nuevos hogares por el mundo para ti y los tuyos, pero en la Costa Daurada, hasta los adultos volveréis a ser niños. 


Fuente: Houdinis

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