Palacio de Liria, la colección de arte privada más importante

Conocido como «el hermano menor del Palacio Real», el Palacio de Liria es uno de los palacios del s. XVIII mejor conservados en el centro de Madrid. Situado en la calle Princesa, el palacio es la residencia habitual de los Duques de Alba en Madrid y sede de la Fundación Casa De Alba. Sus salones albergan la mayor parte de su valiosa colección de arte y de su archivo histórico, sin duda, una de las colecciones privadas más destacadas del mundo.

Construido entre 1767 y 1785 por orden del III duque de Berwick y III duque de Liria, D. Jacobo Fitz-James Stuart y Ventura Colón, en su construcción y diseño de estilo neoclásico intervinieron -entre otros- el arquitecto francés Louis Guilbert y Ventura Rodríguez. Sin embargo, debido a los graves daños sufridos durante la Guerra Civil, el palacio sufrió una importante remodelación a cargo del arquitecto Manuel Cabanyes que basó su trabajo en los diseños que unos años antes había proyectado el inglés Sir. Edwin Lutyens. En esta ocasión, la reconstrucción corrió a cargo del XVII Duque D. Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó y, posteriormente, la recordada Duquesa Doña Cayetana Fitz-James Stuart y Silva.

La residencia privada más grande de Madrid cuenta, en sus más de 3.500 m2, con más de 200 estancias, 26 de ellas salones. A estos se suma un admirable jardín de estilo romántico inglés con árboles con extensas praderas y majestuosos árboles que hacen aún más interesante la visita al Palacio: castaños, tejos, mimosas, magnolios, etc.

UN RECORRIDO ARTÍSTICO POR 14 SALONES TEMÁTICOS

Más allá de su arquitectura, lo que hace especialmente relevante al Palacio de Liria es la cantidad de documentos, cuadros, esculturas y tapices que en él se conservan. Son tesoros artísticos e históricos que no solo permiten descubrir la historia de una de las familias más distinguidas de España; también dan testimonio de algunos de los acontecimientos más relevantes sucedidos en nuestro país y en el mundo. Por ejemplo, en la biblioteca ubicada en la planta baja se exhibe la que fue la primera edición de ‘El Quijote’, así como otros documentos de gran relevancia histórica como la colección de cartas firmadas por Cristóbal Colón o el último testamento de Fernando El Católico.

Las 14 salas que se pueden conocer durante la visitas exhiben impresionantes obras de arte. Entre las más destacadas, sobresale la galería de retratos de los sucesivos duques, pintados por maestros como Christoph Amberger, Tiziano, Louis-Michel van Loo, Mengs, Goya, Federico de Madrazo, Joaquín Sorolla y Daniel Vázquez Díaz. El salón flamenco, sin duda uno de los más fascinantes, alberga el retrato de Carlos V e Isabel de Portugal realizado por Rubens, aunque es una copia del original de Tiziano que desapareció por un incendio. El salón del Gran Duque es como un pequeño Museo Del Prado con importantes cuadros de : Velázquez, Zurbarán, El Greco, Ribera o Murillo. Falta Goya, que cuenta con su propio y exclusivo salón donde figura el icónico retrato realizado por Goya a la XIII Duquesa De Alba.

Además de las obras de arte, en el recorrido por los salones podemos admirar majestuosas lámparas, muebles de época, como un escritorio perteneciente a Napoleón, o artísticos tapices que también dan prueba del incalculable valor de esta colección que cualquier interesado en el arte debe conocer sí o sí.

 

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Fuente: Madrid Diferente

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