La Comunitat Valenciana es, como diría Forrest Gump, como una caja de bombones: nunca sabes lo que te va a tocar. Es una comunidad donde puedes tanto revivir tradiciones centenarias como descubrir experiencias totalmente innovadoras. Y si algo encarna esa combinación de tradición e innovación es la Ciutat de les Arts i les Ciències.
Pocas veces ocurre que un edificio nuevo se convierta en emblema indiscutible de la ciudad nada más construirse. Aunque el hecho de que la espectacular obra de Calatrava tenga más de 350.000 metros cuadrados también ayuda a conquistar nuestras retinas y el skyline de València.
El caso es que si decides visitar esta ciudad futurista debes dedicarle un día entero, empezando por el Oceanogràfic, el acuario más grande de Europa, donde descubrir los principales ecosistemas marinos del planeta. Ballenas belugas, pingüinos, tiburones, mantas raya, miles de peces de colores y un gran show con delfines.
El Museu de les Ciències está dedicado a la ciencia y a la tecnología, pensado para que adquieras conocimientos científicos mientras disfrutas de exposiciones permanentes y temporales en las que aprendes jugando, interactuando y experimentando.
Después te acercas al Hemisfèric, un edificio con forma de ojo rodeado de agua, a ver alguna de las mejores proyecciones de cine 3D. Y cuando ya hayas hecho check en estos tres must, puedes ir al Palau de les Arts, donde disfrutar de la temporada de ópera de València, o el Àgora, otra impresionante estructura que alberga el Caixa Forum València.
Ahora que ya nos hemos culturizado un poco, te recomiendo desconectar de la ciudad en medio de la naturaleza, y entrar en conexión con el agua y los elementos… El plan es acercarse a Montanejos, un auténtico paraíso termal. La Fuente de los Baños es la principal atracción de este municipio; un manantial de aguas termales con una temperatura constante de 25º y propiedades curativas donde puedes bañarte.
El cauce del río Mijares en esta zona forma piscinas naturales en las que, según cuenta la leyenda, el rey Zeit-Abu-Zeit mandó construir unos baños para que las mujeres de su harén se mantuviesen siempre bellas y jóvenes. Hoy en día es una zona de descanso con merenderos y juegos infantiles (clave para que los padres se relajen). Y como yo lo de la eterna juventud lo he dado por perdido, me conformo con eso.
Cuando tengas los dedos arrugados de tanto baño, sube a los miradores de Montanejos o visita los municipios de alrededor y date un pequeño homenaje gastronómico. Entenderás por qué digo que la Comunitat Valenciana es mucho más que paella y playa si sabes buscar en su interior.
Ahora que nos hemos relajado es momento de pasar a la aventura y bajar de la superficie a los paisajes subterráneos.
Las cuevas de la Comunitat Valenciana esconden auténticos mundos fantásticos en el subsuelo. Algunas de las más grandes e impactantes se pueden visitar, como las Coves de Sant Josep en la Vall d’Uixó, en Castellón. Estas cuevas esconden un recorrido fluvial subterráneo por el que puedes navegar entre luces asombrosas y formaciones geológicas espectaculares que parecen de otro mundo.
En Valencia provincia, la Cueva de Don Juan en Jalance, ofrece una increíble experiencia rodeado de estalactitas y estalagmitas, especialmente en la Sala de las Columnas, de más de 15 metros de altura, un ecosistema realmente singular que genera algunas formaciones bellísimas, como el Ala de Ángel.
Las Cuevas del Canelobre, en Busot, Alicante, son emblemáticas por sus bóvedas subterráneas de hasta 70 metros de altura, las más altas de España. Si eres aficionado a la espeleología, te encantarán.
Y creo que con esto tenemos un poco de todo para una visita completa a la Comunitat Valenciana. Lo bueno es que como de aquí siempre te vas con ganas de volver, si te has dejado algo siempre puedes apuntarlo para tu próxima visita.
Fuente: Houdinis